Redacción.- Sean “Diddy” Combs fue objeto de nuevas acusaciones de agresión sexual el viernes cuando una mujer presentó una demanda en Nueva York diciendo que fue violada y drogada repetidamente en las casas del magnate de la música y que quedó embarazada después de uno de los encuentros.
Es la última de varias demandas similares presentadas por mujeres contra Combs, quien también fue arrestado la semana pasada por una acusación federal de tráfico sexual.
La demanda fue interpuesta contra Combs, sus empresas y varios asociados y solicita una indemnización no revelada por lesiones físicas, angustia emocional grave, humillación, ansiedad y otros daños. Un abogado de Combs, su empresa y uno de sus representantes no respondieron de inmediato los correos electrónicos que se les enviaban para solicitarles comentarios el viernes.
La mujer en la última demanda, identificada con el seudónimo de Jane Doe, acusa a Combs de agredirla sexualmente mientras estaba inconsciente por las drogas, y alega que Combs y sus conocidos grabaron encuentros sexuales sin su permiso. Ella dice que conoció a Combs en el extranjero en el otoño de 2020 y que las agresiones y el acoso continuaron hasta julio de este año.
Doe dice que a menudo la obligaron y acosaron para que viajara a las casas de Combs en Nueva York, Los Ángeles, Miami y otras ciudades, incluso mensualmente en 2021 y 2022.
“En cada visita, (Combs) la obligaba a ‘realizar un espectáculo’ para él y la llenaba de alcohol y sustancias hasta que se desmayaba; se despertaba con hematomas y heridas, pero sin recordar cómo se las había hecho”, dice la demanda.
En un encuentro con Combs en julio de 2022 en su casa de Los Ángeles, la mujer alega en la demanda que la obligaron a ingerir drogas que cree que incluían ketamina y perdió el conocimiento. Luego se hizo una prueba de embarazo y le dijo a Combs que había dado positivo, afirma. Un asociado de Combs le exigió repetidamente que abortara, y ella sufrió un aborto espontáneo, afirma.
En julio pasado, dice Doe, Combs le “ordenó” que fuera a su casa en Miami, donde, según ella, Combs le metió dos pastillas en la boca. Dice que a la mañana siguiente se sintió enferma y confusa y no podía recordar lo que había sucedido la noche anterior, y que el dormitorio estaba desordenado.
Doe, representada por los abogados Marie Napoli y Joseph Ciaccio, también alega que Combs y sus asociados rastreaban su ubicación y monitoreaban sus conversaciones. Ella dice que Combs la disuadía de trabajar y le daba una “asignación” que usaba para controlarla.
La mujer en la última demanda, identificada con el seudónimo de Jane Doe, acusa a Combs de agredirla sexualmente mientras estaba inconsciente por las drogas, y alega que Combs y sus conocidos grabaron encuentros sexuales sin su permiso. Ella dice que conoció a Combs en el extranjero en el otoño de 2020 y que las agresiones y el acoso continuaron hasta julio de este año.
Doe dice que a menudo la obligaron y acosaron para que viajara a las casas de Combs en Nueva York, Los Ángeles, Miami y otras ciudades, incluso mensualmente en 2021 y 2022.
“En cada visita, (Combs) la obligaba a ‘realizar un espectáculo’ para él y la llenaba de alcohol y sustancias hasta que se desmayaba; se despertaba con hematomas y heridas, pero sin recordar cómo se las había hecho”, dice la demanda.
En un encuentro con Combs en julio de 2022 en su casa de Los Ángeles, la mujer alega en la demanda que la obligaron a ingerir drogas que cree que incluían ketamina y perdió el conocimiento. Luego se hizo una prueba de embarazo y le dijo a Combs que había dado positivo, afirma. Un asociado de Combs le exigió repetidamente que abortara, y ella sufrió un aborto espontáneo, afirma.
En julio pasado, dice Doe, Combs le “ordenó” que fuera a su casa en Miami, donde, según ella, Combs le metió dos pastillas en la boca. Dice que a la mañana siguiente se sintió enferma y confusa y no podía recordar lo que había sucedido la noche anterior, y que el dormitorio estaba desordenado.
Doe, representada por los abogados Marie Napoli y Joseph Ciaccio, también alega que Combs y sus asociados rastreaban su ubicación y monitoreaban sus conversaciones. Ella dice que Combs la disuadía de trabajar y le daba una “asignación” que usaba para controlarla.