REDACCIÓN- El papa Francisco lamentó hoy que haya cristianos sin alegría, que «tienen cara de bacalao», y aseguró que «un cristiano descontento, triste, insatisfecho o, peor aún, resentido y rencoroso no es creíble» y «hablará de Jesús, pero nadie le creerá».
«O anunciamos a Jesús con alegría o no lo anunciamos», indicó Francisco en la catequesis durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.
Y contó que una persona le dijo, «hablando de estos cristianos, que son cristianos con cara de bacalao, y no expresan nada».
El papa también afirmó que «el Evangelio no es una ideología, es un anuncio, un anuncio de alegría» y que «el Evangelio tiene el calor de la alegría» mientras que «las ideologías no saben sonreír».
Y por ello, agregó, que «los primeros en tener que ser evangelizados somos nosotros los cristianos. Inmersos en el clima veloz y confuso de hoy, también nosotros, de hecho, podríamos encontrarnos viviendo la fe con un sutil sentido de renuncia, persuadidos que para el Evangelio no haya más escucha y que ya no valga la pena comprometerse para anunciarlo».
«Los cristianos no podemos ser gente triste ni mucho menos resentida, traumatizada por los propios fracasos o el devenir de la sociedad», añadió el pontífice.