REDACCIÓN- El papa Francisco pidió este lunes la prohibición universal de la gestación subrogada, una práctica “deplorable” que, a su juicio, “ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño” y “se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre”.
“Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato”, ha asegurado el Pontífice durante su tradicional discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Ha sido durante este mensaje en el que, repasando todos los hechos que cree que amenazan la seguridad global y la dignidad humana, ha explicado que el camino hacia la paz implica el “respeto de la vida”, incluyendo la “del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial”.
“Hago un llamamiento para que la Comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica –ha insistido el papa argentino. En cada momento de su existencia, la vida humana debe ser preservada y tutelada, aunque constato, con pesar, especialmente en Occidente, la persistente difusión de una cultura de la muerte que, en nombre de una falsa compasión, descarta a los niños, los ancianos y los enfermos”.
No es la primera vez que Jorge Mario Bergoglio alza la voz contra la maternidad subrogada. Hace poco la definió como una práctica “inhumana”, pese a que recientemente el Vaticano dio luz verde a que las parejas homosexuales puedan bautizar a sus hijos nacidos por esta vía si existe «la fundada esperanza que será educado en la religión católica».