REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El Papa Francisco presidió la misa de Ramos en la Plaza de San Pedro, pocas horas después de salir del hospital romano donde estuvo internado tres días por una bronquitis.
Debido a que se desplaza en silla de ruedas por dolores de rodilla, el Papa encabezó la ceremonia sentado en el centro del altar.
Con un abrigo blanco, Francisco bajó del coche por su propio pie y caminó unos pocos metros hasta el lugar dispuesto para la bendición, ayudado del bastón que usa frecuentemente debido a sus problemas de rodilla.
El papa bendijo primero miles de ramos de olivo y palma, un rito para las creyentes para recordar la entrada de Jesucristo a Jerusalén.
Esta es su primera aparición pública desde que el pasado miércoles fuera ingresado en el hospital Agostino Gemelli de Roma a causa de una bronquitis, después de presidir en la plaza vaticana la audiencia general.
A pesar de que no ofició la eucaristía, Francisco sí pronunció una homilía en la que denunció el abandono de muchos cristianos y recordó la situación de pueblos enteros explotados y abandonados a su suerte.
La celebración arrancó como siempre con la procesión por la plaza de San Pedro y en torno al obelisco central de cientos de personas, fieles, religiosos y religiosas y miembros de la Curia Romana, portando los ramos.
Las celebraciones de la Semana Santa se prolongarán hasta la misa Pascual del domingo 9 de abril.