REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La sociedad de hoy en día no es la misma de hace dos décadas y eso se ve reflejado en las diferentes tramas que se están abordando en la segunda temporada de Pasión de gavilanes, de la cadena Telemundo.
A diferencia de lo que sucedió en la primera temporada donde todas las historias de amor eran protagonizadas por un hombre y una mujer, en la secuela del melodrama se ha apostado por incluir una pareja del mismo sexo a través de uno de los nuevos gavilanes: Andrés, el hijo de la archiconocida pareja conformada por Sarita (Natasha Klauss) y Franco (Michel Brown).
Las riendas de esta historia de amor homosexual la llevan el actor colombiano Jerónimo Cantillo y el español Ángel de Miguel, quien interpreta al atractivo hacendado Albín Duarte.
Hasta la fecha, los personajes han mantenido su romance en un discreto segundo plano ya que a excepción de Norma (Danna García) y Juan Reyes (Mario Cimarro), quienes los encontraron besándose, nadie de su familia sabe que entre ellos existe algo más que una amistad.
Andrés, sin embargo, nunca ha ocultado a su madre, Sarita, su orientación sexual.
«Yo comparto con mi familia mi trabajo, mi música, mi futuro, otras cosas. Mi mamá me conoce, ya sabe lo que soy, me acepta», dijo el personaje interpretado por Cantillo en una reciente escena de la telenovela. «Todo el tiempo nos ve juntos, debe suponerlo», agregó.
Opiniones contrapuestas
A pesar de estar en pleno siglo XXI, el tema de la homosexualidad sigue generando controversia y hasta rechazo en los sectores más conservadores de la sociedad, por lo que era de esperarse que la inclusión de esta trama en la nueva temporada de Pasión de gavilanes generara mucho revuelo entre los televidentes a través de las redes sociales como ha terminado sucediendo.
«No estoy de acuerdo con estas imágenes y no pensé que esto pasaría en la telenovela», comentó tajante una televidente al ver el beso que se dieron Andrés y Albín en una escena.
«El tema de la homosexualidad ha existido siempre y existirá. Lo que sucede es que antes las cosas se tapaban y pasaban de la puerta para adentro porque era mal visto. Lo único que cambió es la libertad que hay hoy en día para hacer y decir lo que uno quiere. Hay que adaptarse a lo que hay alrededor y saber sobrellevarlo, nos guste o no. Cada quien hace de su vida lo que quiere», opinó otra televidente tras el debate que ha generado este asunto en las redes sociales.
«No jodan más con la historia homosexual de Andrés y Albín. La telenovela incorpora algo que ya no puede ser tabú bajo ningún concepto. Lo que indigna es que haya cabezas tan limitadas, cerradas y discriminatorias», salió en defensa de la pareja otra fanática del melodrama.