NUEVA YORK, EE.UU..- Policías de Rochester (Nueva York, EE.UU.) rociaron con gas pimienta a una niña de 9 años esposada en una patrulla. La menor «tenía tendencias suicidas» y «quería matar a su madre».
Los agentes acudieron al lugar de los hechos tras recibir una llamada en las que les avisaban de que se habían producido «problemas familiares».
El Departamento de Policía local publicó el pasado 31 de enero imágenes del incidente grabadas por las cámaras corporales de los oficiales, que esposan a la infante e intentan meterla en la parte trasera de un vehículo policial mientras se resiste y llama a su padre.
«No iré a ninguna parte. Quiero a mi papá (…) no subiré a ningún auto hasta que vea a mi papá», grita la chica. En un momento dado, un oficial le dice que se comporta «como una niña» y responde: «¡Soy una niña!».
En otro instante, se escucha que una agente le promete que verá a su padre, pero le pide que entre al coche policial para mantenerse caliente y la niña grita de nuevo.
Finalmente, los oficiales la rocían con gas pimienta y la agredida pide que le limpien los ojos.
El subjefe de la Policía de Rochester, Andre Anderson, manifestó que la niña «indicó que quería suicidarse y quería matar a su mamá», argumentó que no ponía «excusas por lo que sucedió», aseguró que su departamento busca «un cambio de cultura» y detalló que la menor fue atendida y dada de alta en un hospital de esa localidad.
Mientras que la jefa de Policía de Rochester, Cynthia Herriott-Sullivan, admitió en rueda de prensa que lo sucedido no es aceptable.