SANTO DOMINGO, RD- Cuando finalmente los organismos internacionales empiezan a pasar de las palabras a los hechos con el grave estallido social en Haití, el panorama se complica por la poca voluntad de sus actores políticos y empresariales.
La llegada de una delegación del Gobierno estadounidense a Puerto Príncipe da cuenta de que la tan solicitada intervención estaría cerca de materializarse, pero si el Senado de esa nación se opone tendrá que ser respetado.
A juicio de congresistas dominicanos a muchas autoridades haitianas no les interesa la solución de su calamitosa crisis y es allí donde radica raíz del problema.
Desde el Congreso dominicano exhortan a no alarmarse por la llegada de norteamericanos a territorio haitiano.
La delegación estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado para Asuntos del hemisferio occidental, se produce una semana después de que el primer ministro haitiano, Ariel Henrry clamara por ayuda.
Líderes políticos de ese país llamaron a protestar el próximo domingo frente embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe.