El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, negó haber recibido dinero de narcotraficantes para la campaña que lo llevó al poder en 2014, como acusó un capo en un testimonio ante un Juzgado de Nueva York divulgado por la prensa.
El presidente Hernández “niega categóricamente las perversas y falsas acusaciones del traficante de drogas, identificado como Alexander Ardón por la cadena Univision”, dijo el gobierno en un comunicado.
La nota oficial añade que Hernández “ha liderado una batalla sin precedentes para liberar a su país del control de los narcotraficantes, trabajando en una alianza efectiva con el Gobierno de Estados Unidos y otros aliados”. “Más de 40 traficantes de drogas han sido extraditados a Estados Unidos, mientras que otros temiendo su captura y extradición negociaron su propia rendición”, subrayó.
Ardón, quien se entregó en Guatemala a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) en enero pasado, rindió su testimonio en una Corte de Nueva York durante el proceso en su contra, en el que colabora con la fiscalía para intentar una rebaja en la condena.
De acuerdo con la publicación, según la evidencia presentada por el fiscal federal Geoffrey S. Berman en base al testimonio de Ardón, en 2004 Tony Hernández, hermano del Presidente hondureño y preso en Estados Unidos desde noviembre como “narcotraficante a gran escala”, comenzó a forjar relaciones utilizando la influencia de su familia. En el documento se establecen las conexiones de Tony Hernández con el cartel hondureño del Valle Valle y otros capos colombianos.
El documento de la Corte no menciona nombres sino códigos e incluye en el delito al expresidente Porfirio Pepe Lobo (2010-2014), cuyo hijo Fabio Lobo fue condenado a 24 años de cárcel en Nueva York por narcotráfico.