REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Los cuatro policías que fueron tomados como rehenes en medio de un motín de 104 presos de unos calabozos en el norte de Venezuela fueron liberados la madrugada de este miércoles, luego de dos días «secuestrados», tras llegar a un acuerdo con autoridades judiciales, informó la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), ante la ausencia de información oficial sobre el hecho.
A través de Twitter, la organización aseguró que los reclusos, que «exigen traslado» a la prisión de Tocorón, «diálogo con fiscales» del Ministerio Público (MP, Fiscalía) y «revisión de todas las causas», llegaron a un acuerdo con la magistrada del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) Fanny Márquez Cordero.
El OVP señaló que el acuerdo con los presos de los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el estado Aragua «prevé mejorar sus condiciones de encarcelamiento, revisar los casos en tribunales y erradicar el abuso policial del que son víctimas, pero no incluye los traslados que pedían a Tocorón», también ubicada en Aragua.
La ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) dijo este martes que los presos comenzaron la reyerta como medida de rechazo a los «abusos» cometidos por policías que -aseguró- les cobran para acceder a alimentos y para ser trasladados a los juzgados.
Según reportes de diversas organizaciones, el motín empezó el lunes en la mañana, cuando los internos aprovecharon uno de los recuentos habituales a los que deben presentarse para someter a los agentes a la fuerza y armar una especie de barricada usando colchonetas y objetos contundentes.
En uno de los videos que circularon en las redes sociales, los presos mostraron a los cuatro policías para dejar constancia de que no estaban heridos y de que los habían tratado «bien», a diferencia de los atropellos que -aseguran- viven ellos diariamente en los calabozos de la PNB.
Estos calabozos son considerados centros de detención preventiva en los que se retiene durante algunas semanas a personas que enfrentarán juicios o para ser trasladadas a las cárceles, pero cientos de reclusos llevan años en estas instalaciones.