REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Este sábado, decenas de miles de personas se congregaron en diversas ciudades de Francia, incluyendo la capital, París, para expresar su indignación contra lo que consideran una «violencia policial» excesiva y para demandar un cambio en el sistema de seguridad del país. Según las autoridades francesas, un vehículo policial fue atacado por manifestantes con una barra de hierro durante la manifestación.
El Ministerio del Interior estimó que aproximadamente 30,000 personas participaron en estas protestas en todo el territorio francés, mientras que los grupos y partidos de izquierda que organizaron las manifestaciones afirmaron que el número de manifestantes ascendió a 80.000, con 15.000 de ellos congregados en la capital, París.
Estas protestas fueron convocadas casi tres meses después de los disturbios que sacudieron a Francia tras la muerte de Nahel, un adolescente de 17 años, a manos de un policía que le disparó a quemarropa a finales de junio.
La manifestación en París comenzó de manera relativamente pacífica, pero poco después de su inicio, un grupo de manifestantes vestidos de negro y con capuchas destrozó la puerta de una agencia bancaria.
Estas protestas reflejan la creciente preocupación en Francia y en otros lugares sobre la violencia policial y el racismo sistémico. Los manifestantes exigen una mayor rendición de cuentas por parte de las fuerzas de seguridad y cambios significativos en las políticas y prácticas policiales.