Cuba. – República Dominicana dispuso el envío de medicamentos y alimentos a Cuba tras ser afectados por el incendio de un depósito de combustible, en el municipio de Matanzas, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).
Asimismo, informan que llegaron a Cuba las primeras 8 de 32 toneladas de alimentos de primera necesidad que están siendo entregadas de manera gratuita por la aerolínea dominicana Sky Cana, conjuntamente con 4 toneladas de medicamentos que República Dominicana donó en solidaridad con Cuba, según comunicó la entidad.
Se ha programado el envío, en dos vuelos, de las 24 toneladas restantes de alimentos, con el objetivo de concluir la entrega este martes 16 de agosto.
El incendio en la zona industrial de Matanzas se declaró cuando un rayo impactó en uno de los ocho tanques del parque, con una capacidad de almacenamiento de 50.000 metros cúbicos, cada uno.
En los días siguientes, las llamas afectaron cuatro de estas infraestructuras, estratégicas para el país, provocando graves explosiones, con llamaradas de varias decenas de metros, y una columna de humo negro tóxico que alcanzó a La Habana, a 104 kilómetros.
República Dominicana dispuso el envío de medicamentos y alimentos a Cuba, afectada por el incendio de un depósito de combustible, en el municipio de Matanzas, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).
De acuerdo con la entidad, ya llegaron a Cuba las primeras 8 de 32 toneladas de alimentos de primera necesidad que están siendo entregadas de manera gratuita por la aerolínea dominicana Sky Cana, conjuntamente con 4 toneladas de medicamentos que República Dominicana donó en solidaridad con Cuba.
Además, se programó el envío, en 2 vuelos, de las 24 toneladas restantes de alimentos, con el objetivo de concluir la entrega este martes.
El incendio en la zona industrial de Matanzas se declaró cuando un rayo impactó en 1 de los 8 tanques del parque, con una capacidad de almacenamiento de 50.000 metros cúbicos, cada uno.
En los días siguientes, las llamas afectaron 4 de estas infraestructuras, estratégicas para el país, provocando graves explosiones, con llamaradas de varias decenas de metros, y una columna de humo negro tóxico que alcanzó a La Habana, a 104 kilómetros.