“RD puede presentarse al mundo entero como una democracia madura”, obispos sobre elecciones
Santo Domingo.- La Conferencia del Episcopado Dominicano felicitó a los ciudadanos dominicanos que acudieron a las urnas a votar con acto cívico y deber moral, también a los actores que trabajaron en las elecciones presidenciales y congresuales del domingo 19 de mayo.
Expresó que la población mostró el más alto nivel de comportamiento y con su participación, se fortalecieron las instituciones democráticas y dejaron un legado a las futuras generaciones.
“Hoy, la República Dominicana, puede presentarse al mundo entero como una democracia madura, que sabe lo que quiere y por dónde encaminar sus pasos para el desarrollo y estabilidad sostenibles”, indica el comunicado de los obispos.
Aquí la carta
1-El pasado domingo 19, los ciudadanos dominicanos concurrieron a las urnas, para ejercer su derecho al voto, seguros de que su voz se escucharía a través de este acto cívico y deber moral, que es el sufragio. Mostraron el más alto nivel de comportamiento, con la firme convicción de que, con su participación, se fortalecen nuestras instituciones democráticas y dejan un legado a las futuras generaciones.
2-Hoy, la República Dominicana, puede presentarse al mundo entero como una democracia madura, que sabe lo que quiere y por dónde encaminar sus pasos para el desarrollo y estabilidad sostenibles.
3-Es de justicia felicitar a los actores que participaron en el certamen electoral: políticos de los diferentes partidos, a los candidatos en todas las categorías, a la Junta Central Electoral (JCE) como órgano rector, que organizó magistralmente todo el proceso, a los medios de comunicación social, que estuvieron siempre apegados a las normas y pautas de la JCE, y a la ciudadanía en general. ¡Nuestras felicitaciones!
4-Ahora es momento de redoblar esfuerzos por el bien de la nación, tiempo de acompañar a las nuevas autoridades en su dedicación por el bienestar de nuestro pueblo. Que el Señor siga derramando sabiduría, inteligencia, fortaleza y salud.
5- ¡Que la Virgen María bajo la advocación de la Altagracia, nos lleve de la mano hacia Jesús!