REDACCIÓN.- Legisladores del oficialismo y la oposición respaldaron la postura del Gobierno dominicano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el tema haitiano y, en cambio, pidieron aumentar la cantidad de los 10 mil deportados semanal, anunciados por el presidente Luis Abinader.
Consideran absurdo que el gobierno haitiano pretenda trazar pautas a las políticas de este país que es soberano.
Los congresistas esperan que desde la Dirección General de Migración (DGM), se respete el protocolo establecido para las deportaciones, sin detener el cumplimiento soberano de las leyes migratorias.
El pasado mes de marzo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, pidió al Gobierno suspender las deportaciones ya que Haití está atravesando una terrible catástrofe con violencia de pandillas y agresiones sexuales a mujeres.
Así también, el embajador de Haití ante la ONU, Antonio Rodrigue, expresó este martes su «profunda preocupación» por las deportaciones masivas de haitianos desde la República Dominicana, calificándolas como «violatorias de los derechos humanos» y «contrarias a las leyes internacionales».
Durante su intervención en la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el diplomático haitiano solicitó apoyo internacional para detener estas acciones, que «esta oleada repentina de personas devueltas pone en «graves aprietos» la capacidad de Haití y afecta también las relaciones bilaterales entre ambos países.
Pero la República Dominicana mantiene firme su posición de repatriar unos 10 mil haitianos indocumentamentados hacia Haití, semanalmente.
Mientras que el canciller Roberto Álvarez calificó de insensata la solicitud de que el Gobierno dominicano detenga las repatriaciones de haitianos indocumentados bajo el contexto de inseguridad en Haití, reflejado recientemente con la masacre de más de 115 personas en la comunidad de Pont-Sondé, ponderando así los riesgos potenciales de que esta violencia pudiera desbordar los límites del territorio de ese país.
Álvarez fue enfático al afirmar que “el Gobierno dominicano no puede aceptar el insensato llamado a detener las repatriaciones, pues esto sería el equivalente a declarar una frontera abierta, incentivando una mayor migración irregular al país. Esto jamás lo permitiremos. Los dominicanos nunca hemos sido los causantes de ninguna situación humanitaria, económica o de inseguridad en Haití. Sin embargo, hemos enfrentado esa crisis, por décadas, prácticamente solos”, agregó.