REDACCIÓN- El último guardaespaldas de Michael Jackson, Bill Whitfield, reveló en una reciente entrevista que las acusaciones de abuso sexual en contra del cantante le afectaron profundamente al grado de “cambiarlo” y provocarle un gran “estrés” que habría contribuido en su muerte.
El guardaespaldas en su constante acompañamiento, pudo notar que el también bailarín estaba “muy triste”, antes de su muerte, debido a las acusaciones que recibió.
Dentro de la misma plática, Whitfield, quien comenzó a trabajar con Jackson en 2006, unos meses después que el cantante fuera absuelto de las acusaciones de abuso sexual, reveló que a pesar de no querer “creer” las denuncias contra Michael, se mantuvo atento a la forma en la que se comportaba el artista con sus propios hijos y otros niños.
Luego de observar al intérprete de “Smooth Criminal” durante un largo tiempo, el guardaespaldas de Jackson llegó a la conclusión que “nunca lastimaría a un niño”.
Las acusaciones por abuso infantil contra Michael Jackson durante 1993 son las primeras que cayeron sobre él por parte de Evan Chandler, el padre de uno de sus bailarines infantiles de 13 años, Jordan, quien además residía en su rancho de Neverland.
La mañana del 25 de junio de 2009, Michael sufrió un paro cardiorrespiratorio en su mansión alquilada de Holmby Hills.
Los miembros del servicio llamaron al 911 para solicitar auxilio a las 12:21, pero cuando los paramédicos llegaron nueve minutos después, lo encontraron sin pulso ni respiración, por lo que le aplicaron reanimación cardiopulmonar y lo trasladaron al Ronald Reagan UCLA Medical Center, ubicado en Los Ángeles a la 1:14 p. m. pero a pesar de los esfuerzos de los médicos fue declarado muerto a las 2:26 p.m.