REDACCIÓN- Rusia justificó el brutal ataque que destruyó un hospital materno infantil en la ciudad de Mariupol, donde al menos murieron cuatro personas, una de ellas una menor de edad.
El encargado de defender la decisión del bombardeo contra el centro de salud correspondió al ministro de Relaciones Exteriores del Kremlin, Sergei Lavrov quien dijo que se trataba de una base de nacionalistas ucranianos que figuran entre los objetivos militares de las tropas invasoras.
La ONU y UNICEF califican de impactante y abominable el bombardeo ruso de un hospital materno infantil en la asediada ciudad de Mariúpol.
Las autoridades han cifrado en al menos 1.207 los civiles fallecidos en la ciudad desde que son blanco del ejército ruso. Ucrania afirma que los ataques aéreos rusos han afectado a tres hospitales en un día, dos de ellos al oeste de Kiev. Pero el de Mariúpol fue el más devastador de todos ellos.
A través de sus redes sociales, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de un ataque directo, calificándolo de crimen de guerra. Aseguran que los lugares de los ataques no son ningún objetivo militar, son sólo escuelas y zonas residenciales.
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