ITALIA.-Un sacerdote identificado como Francesco Spagnesi habría utilizado al menos cien mil euros de fondos de la iglesia de la Anunciación de Castellina, para comprar drogas que era suministrada por narcotraficantes de la «plaza» de Prato y luego consumida junto con otras personas a quienes el cura invitó.
Según la investigación, Spagnesi organizó fiestas sexuales con ayuda de un cómplice durante dos años.
El sacerdote y su socio compraron cocaína y gamma-butirolactona, una sustancia psicoactiva llamada ‘droga de violación’, para consumirlas en estos eventos.