Santo Domingo.- La fundadora de la Comunidad Misionera por la Santidad, Ángela Cabrera, a quien la Iglesia católica le delegó leer la segunda de las siete palabras que pronunció Jesús durante su crucifixión, resaltó la importancia de reconocer a la mujer como ciudadana y como hija de Dios.
En su intervención, aprovechó para recordar a todas las féminas que son víctimas de muertes maternas, fallecimientos que, dijo, pueden ser evitables y cuestionó, también, que hombres adultos convivan con niñas, las cuales procrean a una edad que las hunden en la pobreza.
Al pronunciar la palabra: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”, sostuvo que se encontraba allí en la Catedral Primada de América para recordar el “grito de otras mujeres” que le dicen “acuérdate de nosotras cuando hables para que no nos cierren las puertas del paraíso”.
Sostuvo que esas son las mujeres víctimas de los partos por cesáreas, operaciones que se producen en el país en un porcentaje que asciende al 58.1 y a pesar de que la Organización Mundial de la Salud recomienda entre un 10 y un 15 por ciento.
“Como país somos tristemente líderes mundiales en esta práctica solicitadas en casos por las madres sin ser plenamente conscientes y muy favorecidas por los profesionales, supone el 54 por ciento de muertes en las mujeres que dan a luz”, afirmó la hermana Cabrera.
Al empezar a describir la situación de la mujer dominicana, reveló que años atrás, “cuando escuchaba con sus hermanas de la comunidad el Sermón de las Siete Palabras se preguntaba por qué no había presencia de mujeres en el mismo predicando con fuego en el corazón y haciendo visible el rostro femenino de la Iglesia” y que nunca imaginó que “en ese momento” Dios la estaba escuchando.
“Desde aquí oigo el grito de otras mujeres que me dicen: acuérdate de nosotras cuando hables para que no nos cierren las puertas del paraíso, ese paraíso que puede comenzar ya ahora al ser reconocidas plenamente nuestra condición de ciudadana y de nuestra dignidad como hija de Dios”, expuso la misionera.
La fundadora de Comunidad Misionera por la Santidad consideró que las muertes maternas son el “drama” de una “deuda social acumulada” con la mujer, cuando estos decesos podrían ser “felizmente evitables”.
“El 85 por ciento de las mismas están relacionadas con la falta de calidad de la atención sanitaria”, agregó.
Condenó, asimismo, la violencia contra la mujer, cuyas víctimas también “gritan sin voz tantas mujeres silenciadas a la fuerza”.
Dijo que en el pasado año sucedieron 53 feminicidios y 84 fueron víctimas de homicidios en todo el territorio nacional.
«La llamada línea 212 reportó en el 2022, unas 6,122 llamadas pidiendo algún tipo de asistencia por amenazas, también se produjeron 6,812 casos de abusos sexuales contra la mujer y fueron emitidas 29,103 órdenes de protección a pesar de los protocolos establecidos, las cifras denuncian que no se logran avances significativos para disminuir las injustas y dramáticas pérdidas de vidas femeninas”, se quejó.
Se lamentó, asimismo, que la “tasa de matrimonio infantil es similar a la de los países más pobres”, incluso por encima, según mencionó, que los países de África Subsahariana.
“República Dominicana posee el índice más alto de la región Latinoamérica y Caribeña en este tipo de uniones. Más de un tercio de las jóvenes se casan antes de los 18 años, con hombres que tienen entre cinco y hasta diez años mayores que ellas”, cuestionó y “aun cuando la ley lo prohíbe”, agregó.
Explicó que esa realidad afecta no solamente a las mujeres y sus hijos, sino también a toda la sociedad porque aumenta la pobreza, la exclusión social y el turismo sexual.