Quito.- El número de detenidos en Ecuador durante los primeros seis días de la declaración por parte del Gobierno de un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado ascendió 1.534, de los que 158 fueron arrestados por presunto terrorismo.
Así lo reflejó el último balance del Gobierno de Ecuador publicado este lunes sobre las operaciones policiales y militares realizadas en el territorio nacional bajo este nuevo escenario, donde 22 bandas del crimen organizado han sido consideradas como grupos terroristas y actores beligerante no estatales.
Entre el 9 y el 15 de enero las autoridades ecuatorianas también afirman haber abatido a cinco presuntos miembros de estas bandas ahora catalogadas como terroristas, mientras que dos policías fueron asesinados y otros once fueron liberados de distintos secuestros ejecutados aparentemente por estas mafias.
Durante ese periodo se han incautado 575 armas de fuego, 560 armas blancas, una docena de cargadores, más de 13.000 balas y 478 explosivos.
Al mismo tiempo las fuerzas del orden de Ecuador han decomisado también más de 5,6 toneladas de drogas y 2.618 dólares.
De acuerdo al balance del Ejecutivo, en estos seis días ha habido trece atentados a infraestructuras públicas y privadas y once a establecimientos policiales.
El «conflicto armado interno» fue declarado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el martes pasado ante una oleada de atentados y acciones violentas atribuidas al crimen organizaron, que incluyeron el secuestro y asesinato de policías, alertas de explosiones, vehículos incendiados, motines simultáneos en cárceles con toma de rehenes y el asalto de un grupo armado a un canal de televisión donde secuestraron a un grupo de trabajadores, y que terminó con la captura de 13 delincuentes.
Con más de 200 funcionarios de prisiones como rehenes en total, los motines carcelarios en al menos siete prisiones se mantuvieron activos hasta el sábado por la noche, cuando lograron ser liberados todos, salvo un guardia carcelario que falleció en un presunto tiroteo.
La espiral de violencia se desató hace una semana, justo después de que Noboa había anunciado que se disponía a avanzar en su ‘Plan Fénix’, con el objetivo de recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por las bandas del crimen organizado, donde han sido asesinados más de 450 presos desde 2020 en una serie de masacres carcelarias entre grupos rivales.
Esa violencia también se ha trasladado a las calles hasta hacer de Ecuador uno de los países más violentos del mundo con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.