Redacción. ― Según los expertos, las carillas son para cualquier persona que quiera una sonrisa más bonita. Pueden ayudar a ocultar dientes astillados o rotos, espacios en el espacio entre los dientes, manchas que no se pueden eliminar, dientes pequeños o deformes y otras imperfecciones.
Las personas con caries extensas o enfermedad de las encías podrían no ser buenas candidatas para las carillas, dicen los expertos. Es posible que sea necesario rectificar este tipo de problemas de salud antes de que un dentista considere las carillas.
Hay tres tipos principales: carillas de porcelana, de composite y sin preparación.
Las carillas restauradoras de porcelana suelen estar hechas a medida para tratar las imperfecciones individuales. Primero se debe eliminar una cierta cantidad de esmalte original del diente, para producir una “rugosidad” que permita que las carillas se adhieran.
Las carillas de composite se utilizan para ocultar problemas cosméticos “leves”, dijo la clínica. El composite suele ser el mismo tipo de compuesto del color del diente que un dentista utilizaría para la adhesión dental.
Las carillas sin preparación son una opción menos invasiva. Están hechos para adaptarse a su sonrisa individual, pero pueden implicar que se elimine menos esmalte del diente original. Sin embargo, no todo el mundo es un candidato adecuado para las carillas sin preparación, así que pregúntele a su dentista.
Las carillas removibles (“pop on”), se colocan y desactivan los dientes originales, al igual que los retenedores, y ayudan a ocultar las imperfecciones. La desventaja: pueden hacer que comer sea más difícil e incluso impedir el habla.
Durante tu primera cita, tu dentista examinará tu boca para ver si eres un candidato adecuado para las carillas. Si es así, el siguiente paso es que el dentista retire un pequeño trozo de esmalte, después de lo cual toma una pequeña impresión de tus dientes.
Pueden pasar semanas para que tus nuevas carillas lleguen al consultorio de tu dentista desde el laboratorio.
Después de revisar dos veces tu boca para ver la forma, el color y el ajuste de tus carillas, tu dentista unirá las carillas en su lugar con cemento dental.
Por lo general, se trata de un procedimiento ambulatorio, en el que muchos pacientes se van a casa el mismo día.
El cuidado de las carillas es similar al de los dientes originales: cepillarse, usar hilo dental y consultar regularmente con el dentista, dice la Clínica Cleveland. Es preferible un cepillo con cerdas suaves y una pasta de dientes no abrasiva.
En ese sentido, evita los alimentos crujientes como zanahorias, manzanas y carnes duras, o solo mastícalos con los dientes posteriores.