Redacción.- Una joven de los Países Bajos murió la semana pasada mediante la eutanasia debido a los problemas mentales que padecía, tras pasar por un largo proceso para obtener la aprobación de las autoridades.
Zoraya ter Beek falleció el 22 de mayo, poco después de cumplir 29 años, con la ayuda del Centro de Expertos en Eutanasia neerlandés, según comunicó uno de sus mejores amigos en su blog personal.
Si bien la mujer estaba físicamente sana, luchó por más de una década contra la depresión, el autismo y un trastorno de personalidad. «Para mí, el autismo es el mayor problema de mi vida. Eso es lo que más me molesta», había afirmado a The Free Press.
Ter Beek fue diagnosticada con autismo a los 21 años y al año siguiente empezó a llevar un collar con una placa con el mensaje de no reanimarla, un documento legal que indica que una persona no desea recibir resucitación cardiopulmonar si su corazón deja de latir.
«No podemos hacer nada más»
A lo largo de varios años intentó diversas terapias para tratar su enfermedad mental. En su última sesión, en agosto de 2020, su terapeuta le dijo: «No podemos hacer nada más por usted. Nunca mejorará». A partir de ese momento Ter Beek tomó la decisión de solicitar la eutanasia, en conformidad con la Ley de Terminación de la Vida de los Países Bajos
La joven estuvo en la lista de espera del Centro de Expertos en Eutanasia por varios años hasta que finalmente su solicitud fue aprobada por las autoridades. Ter Beek esperaba que su suicidio asistido se llevara a cabo el día de su cumpleaños, el 2 de mayo, pero una serie de problemas burocráticos lo retrasaron hasta el 22 de mayo.
Si bien no trascendieron detalles sobre cómo fue el procedimiento para dar fin a su vida, Ter Beek explicó en reportajes previos que un médico le administrará un sedante y, posteriormente, un fármaco que detendrá su corazón.
Más personas en Occidente eligen morir por eutanasia
Zoraya ter Beek es parte de los aproximadamente 700 pacientes psiquiátricos en territorio neerlandés que han solicitado la eutanasia al Centro de Expertos en Eutanasia argumentando un «sufrimiento desesperado e insoportable».
Según The Free Press, cada vez más personas con enfermedades mentales eligen poner fin a su vida en el país. Si bien la ley de eutanasia está vigente desde 2002, el número no para de crecer. En 2010 solo se registraron dos de estos casos, en comparación a las 138 muertes asistidas reportadas el año pasado.