REDACCION.- La pérdida de audición y sordera son trastornos que dificultan escuchar, la sordera puede impedir que una persona escuche totalmente. Estos pueden ser causados por antecedentes familiares, enfermedades como infecciones de oído y meningitis (inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal), traumas, algunas medicinas, la exposición frecuente a ruidos fuertes, envejecimiento, entre otras causas. Este es uno de los trastornos más comunes que afectan a los adultos mayores, por lo general ocurre en ambos oídos, afectándolos al mismo tiempo y gradualmente. Problemas médicos como la presión arterial alta o la diabetes pueden contribuir a la pérdida de audición.
Existen dos tipos principales de problemas auditivos, el primero puede ocurrir cuando hay una lesión en el oído interno o en el nervio auditivo, por lo general este tipo es permanente. El segundo ocurre cuando las ondas de sonido no pueden llegar al oído interno, esto puede ocurrir por la acumulación de cera o por la perforación del tímpano. Si un problema auditivo no se trata, puede empeorar. Estudios han demostrado que se corre un mayor riesgo de desarrollar demencia.
La demencia y la pérdida de audición son consideradas enfermedades neurológicas cuya prevalencia es mayor en adultos mayores. Un análisis que tuvo como objetivo revisar la evidencia de pérdida de audición como un factor de riesgo para la demencia, incluyó 17 estudios prospectivos de cohortes e indicaron que la pérdida auditiva se asocia de forma independiente con una mayor incidencia de demencia o deterioro cognitivo.
La pérdida de audición puede aumentar el riesgo de padecer demencia, pero el uso de prótesis auditivas reduce el riesgo de forma similar al de las personas sin pérdida de audición, según el estudio publicado este jueves en el The Lancet.
Los investigadores realizaron un seguimiento a más de 437.000 personas de una cohorte del Biobanco del Reino Unido, una gran base de datos biomédica y de investigación que realiza un seguimiento a largo plazo de los residentes. Analizaron el riesgo de demencia de cada persona, el uso autodeclarado de prótesis auditivas y los historiales médicos para ver si la persona desarrollaba demencia, según el estudio.
«Cada vez hay más pruebas de que la pérdida de audición puede ser el factor de riesgo modificable más importante de demencia en la mediana edad», afirma en un comunicado Dongshan Zhu, autor del estudio y profesor de la Universidad de Shandong (China). «Nuestro estudio proporciona las mejores pruebas hasta la fecha para sugerir que las prótesis auditivas podrían ser un tratamiento mínimamente invasivo y rentable para mitigar el impacto potencial de la pérdida de audición en la demencia«.
En la investigación se tuvieron en cuenta otros factores, como la soledad, el aislamiento social y la depresión, pero se descubrió que la pérdida de audición no tratada seguía estando estrechamente relacionada con la demencia.
«El artículo también explora algunas de las posibles razones por las que las prótesis auditivas pueden funcionar, tendiendo a (favorecer) la idea de que son eficaces porque reducen el esfuerzo cognitivo que supone oír y/o reducen los efectos de la privación sensorial si no se puede oír», afirma en un comunicado Tom Dening, profesor de investigación sobre la demencia en la Universidad de Nottingham (Reino Unido). Dening no participó en la investigación.
Un proyecto de la revista Lancet de 2020 sobre prevención, intervención y atención de la demencia sugirió que la pérdida de audición podría estar asociada a alrededor del 8% de los casos de demencia, pero este estudio descubrió que el uso de prótesis auditivas reducía el riesgo a niveles similares a los de las personas sin pérdida de audición, según el estudio.
Los resultados respaldan los hallazgos de un metaanálisis publicado en diciembre en JAMA Neurology, según el cual las personas con pérdida de audición que utilizaban dispositivos de ayuda obtenían un 3% más de rendimiento en las puntuaciones cogniti
Bajo uso de los audífonos
Dening, quien dice haber empezado a utilizar dispositivos de ayuda auditiva recientemente, dice que espera que estos descubrimientos le ayuden a atender mejor a sus pacientes.
«Necesitamos utilizar estudios como éste para animar al público a no avergonzarse de los problemas de audición», dice, «y a buscar una evaluación y un tratamiento cuanto antes».
Tanto con la pérdida de audición como con la demencia, actuar antes es mejor, dice Lise Hamlin, directora de política pública de la Asociación Americana de la Pérdida de Audición.
«La adopción temprana de dispositivos de ayuda auditiva podría ayudar a las personas a conservar sus puestos de trabajo, comunicarse mejor en casa con familiares y amigos y… permanecer (en) sus comunidades activas», afirma.
Muchos adultos necesitan prótesis auditivas, pero no son suficientes los que los utilizan, dice la Dra. Karina De Sousa, investigadora postdoctoral del departamento de patología del habla y el lenguaje y audiología de la Universidad de Pretoria en Sudáfrica. Es la autora principal de un nuevo estudio sobre disposotivos de ayuda auditiva.
«Un estudio reciente demuestra que sólo el 15% de los adultos estadounidenses con pérdida de audición utilizan prótesis auditivas», explica De Sousa. «Hay muchas razones posibles por las que la gente opta por no ponerse audífonos, pero uno de los problemas ha sido la accesibilidad y asequibilidad de los dispositivos».
La Asociación Americana de la Pérdida de Audición (Hearing Loss Association of America) sigue apoyando las múltiples vías para tratar la pérdida de audición, afirma Hamlin.
Algunas personas pueden encontrar un dispositivo de ayuda auditiva de venta libre que les funcione, pero otras pueden necesitar la ayuda de un profesional sanitario, añadió.
«Estos dispositivos son muy nuevos», afirma Hamlin. «Es estupendo oír que al menos este dispositivo probado (en el estudio) proporciona tal beneficio».
Aun así, aconseja a la gente que primero haga los deberes y tenga en cuenta sus necesidades específicas, y les anima a utilizar los recursos en línea de su organización –que pueden ayudar a determinar si se necesita una prótesis auditiva, qué buscar en uno y qué preguntas hacer al médico– antes de hacer una compra.
«Hay que recordar que las prótesis auditivas de venta libre no son una opción válida para todos», añade De Sousa. «Si no cumple los criterios especificados para llevar un audífono OTC, le recomiendo que busque la ayuda de un audioprotesista cualificado«.
Aún existen múltiples hipótesis sobre cómo la pérdida de audición se asocia con la demencia, tales como: la hipótesis de la carga cognitiva, la hipótesis psicosocial y la hipótesis de causa común o patología neurobiológica compartida. La revisión de la hipótesis de la carga cognitiva menciona que a medida que la audición disminuye, los recursos mentales se desvían u orientan hacia la percepción auditiva, es decir, las actividades cognitivas se descuidan continuamente a causa de la pérdida auditiva, pudiendo provocar trastornos mentales.