Redacción. − Las defensas aéreas ucranianas interceptaron 66 drones, algunos de ellos de tipo Shahed y otros desconocidos, de los 96 lanzados por Rusia durante la noche, así como un misil X-59/69, mientras Rusia continua sus ataques masivos contra la capital de Ucrania y otras regiones.
Los drones rusos fueron derribados en 12 de las 25 regiones de Ucrania, incluida Kiev, donde la alarma aérea duró 11 horas.
27 drones desaparecieron de los radares y uno entró en el espacio aéreo bielorruso, informó la Fuerza Aérea de Ucrania.
Todos los drones que tenían como blanco la capital del país fueron interceptados, pero sus fragmentos y explosiones dañaron varios edificios residenciales, según las autoridades de la ciudad. Hasta el momento no se ha informado de víctimas.
Los drones rusos cambian constantemente de táctica, viajan a altitudes muy bajas y buscan las mejores formas de evitar los grupos móviles de defensa aérea, dijo la administración de la ciudad de Kiev.
En total, Rusia ha lanzado casi 500 drones Shaded, así como más de 900 bombas aéreas guiadas y 30 misiles, contra Ucrania solo esta semana, informó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
La mayoría de estos ataques han sido contra objetivos civiles e infraestructuras críticas, subrayó.
Según Zelenski, todos estos ataques habrían sido imposibles si Ucrania hubiera tenido suficiente apoyo del mundo.
Una vez más, subrayó la importancia de tomar decisiones políticas que arruinen la voluntad de Rusia de luchar, otorgando a Ucrania la capacidad de atacar objetivos militares rusos con misiles de largo alcance e impidiendo que Moscú importe componentes críticos para la producción de drones y misiles, especialmente microelectrónica.
En los más de 2.000 drones Shahed que atacaron Ucrania en octubre se utilizaron más de 170.000 de estos componentes, procedentes de empresas de China, Europa y Estados Unidos, recordó el presidente.
“Las sanciones deben aumentar y ser efectivas. Todo plan para eludirlas es un crimen contra las personas y el mundo”, subrayó Zelenski, señalando que la capacidad de Rusia para evadir las sanciones también fortalece a los regímenes de Irán y Corea del Norte y, por lo tanto, representa una amenaza global.