MÁLAGA.- Un hombre de 80 años diagnosticado de Alzheimer ha matado esta pasada noche a su mujer, de 69, asestándole más de veinte puñaladas en su domicilio de Benalmádena (Málaga), según han informado a EFE fuentes de la investigación.
La Policía Nacional ha detenido al agresor, de nacionalidad británica, al igual que la víctima.
Los hechos ocurrieron sobre las 22:50 horas de ayer en un domicilio de Benalmádena situado en el número 134 de la Avenida de Antonio Machado.
La víctima solicitó auxilio a través del Cimacc (Centro Inteligente de Mando, Coordinación y Control), tras lo que los equipos de emergencia se dirigieron al lugar.
Allí hallaron el cuerpo sin vida de la mujer, a la que el marido, diagnosticado de Alzheimer desde principios de 2022, había asestado más de veinte puñaladas por todo el cuerpo.
Según indican fuentes cercanas a la investigación, la situación del hombre podría estar pendiente de valoración psiquiátrica.
Detenido en tres ocasiones por violencia de género
Al ser imposible el acceso a la vivienda, los agentes solicitaron la presencia de bomberos quienes, al no conseguir abrir la puerta, accedieron con una escalera de incendios por la terraza.
Tras observar sangre desde la ventana, los agentes de la Policía se adentraron en el domicilio, donde vieron a la víctima en el suelo -sin constantes vitales- y al presunto autor -que no opuso resistencia al arresto- en el dormitorio.
Los servicios médicos que acudieron al lugar no pudieron hacer nada para salvar la vida a la víctima.
En los últimos meses el autor había sido detenido en tres ocasiones por violencia de género, pero la mujer no continuó en ninguno de los casos con las denuncias en sede judicial, por lo que las causas se archivaron.
Los agentes habían intervenido varias veces
Fuentes cercanas a la investigación han indicado a EFE que los agentes habían intervenido varias veces debido a la enfermedad del hombre, ya que no dejaba entrar a la mujer en su vivienda.
Estas fuentes han precisado que, siempre que han actuado, han encontrado limpia y ordenada la vivienda y que, cuando la Policía hablaba con el varón, siempre acababa dejando entrar a su mujer.