REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Trenes, aviones y redes de transporte público se quedaron parados el lunes en buena parte de Alemania en una jornada de huelga por salarios, un esfuerzo de los sindicatos de conseguir aumentos para sus miembros que compensaran la inflación.
El paro de 24 horas, uno de los más grandes en décadas, también afectó al transporte de mercancías en trenes y barcos, mientras que trabajadores de puertos y rutas navegables se sumaron a las huelgas.
Muchos trabajadores que suelen emplear el transporte público optaron por desplazarse en auto, lo que causó atascos en carreteras, mientras los que podían hacerlo trabajaban desde casa.
Los sindicatos reclaman una subida de al menos 10,5% en los salarios y han rechazado las ofertas de los empleadores de subir un 5% en dos etapas además de pagos puntuales.
La alta inflación registrada también en otras partes del mundo ha golpeado con dureza a muchos trabajadores, dijo Ulrich Silberbach, de la Federación de Servicio Civil.