ESTADOS UNIDOS.- Una tragedia ha sacudido la confianza en la cirugía estética después de que Hillary Brown, de 33 años, perdiera la vida tras someterse a procedimientos en la clínica de su esposo en Florida, «Restore Plastic Surgery», ubicada en Pensacola.
El 21 de noviembre, Hillary confiaba en las habilidades de su esposo, Ben Brown, y se sometió a varios procedimientos estéticos. Desafortunadamente, durante la intervención, la mujer sufrió convulsiones seguidas de un paro cardíaco.
Ben Brown alertó a los servicios de emergencia alrededor de las 4:00 p.m., describiendo la crítica situación. Según el informe de la Oficina del Alguacil del condado de Santa Rosa, publicado por Pensacola News, se especula que el paro cardíaco fue causado por una sobredosis de medicamentos administrados durante la cirugía.
El padre de Hillary, Marty Ellington, expresó su preocupación por la falta de respuestas y cuestionó la falta de materiales y personal de emergencia en la clínica.
La trágica situación ha llevado a la luz dos denuncias previas contra la clínica por negligencia médica, donde se alega el uso de «materiales extraños» en una cirugía mamaria reconstructiva sin el consentimiento de la paciente, causándole infecciones y sepsis.
Este incidente plantea serias preguntas sobre la seguridad y las prácticas médicas en la industria de la cirugía estética.