Usuarios que destilan hiel, difaman y hieren en redes se escudan en seudónimos
Los denominados gatilleros del teclado ya no conocen de límites para acosar y hasta celebrar el sufrimiento de otros.
REDACCIÓN.- La tendencia de esconderse detrás de las pantallas para escupir palabras ofensivas y entrar en polémicas en redes sociales es cada vez más preocupante.
Y es que los denominados gatilleros del teclado ya no conocen de límites para acosar y hasta celebrar el sufrimiento de otros.
En una selva virtual se han convertido los llamados haters en las redes sociales. Pero los juicios de valor con el interés de abatir y causar malestar o sufrimiento a otros cibernautas ya no solo están enfilados hacia las figuras públicas.
La mayoría de los usuarios que destilan hiel, difaman y hieren desde el teclado se escudan en seudónimos o perfiles falsos, sin que haya ningún tipo de sanción, porque hasta el momento no existe el marco jurídico para llevarlos al banquillo de los acusados.
Leer también: Cesantía: “Yo espero que esto no se convierta en un show político”
Un ejemplo de la grave indolencia que que inunda las redes sociales, son los comentarios en esta publicación de Noticias Telemicro en Instagram, en la que reseña muerte, aparentemente por un infarto, de una fanática en el estadio Quisqueya, durante un partido de pelota entre los equipos Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey .
Para los cibernautas era de interés saber el equipo al que pertenecía la persona fallecida. Más delicado aún los comentarios como “Se Fue Contento Ese” “Fanático hasta la muerte” “Y quien no se va a morir pasando tanta vergüenza” “Y eso que no fue en el 9vn” “Un pinta perro liceysta menos”.
La mayoría de los usuarios que destilan hiel, difaman y hieren desde el teclado se escuden en seudónimos o perfiles falsos, sin que haya ningún tipo de sanción, porque hasta el momento no existe el marco jurídico para llevarlos al banquillo de los acusados.
Y pese a que han sido sometidos varios proyectos de leyes para regular el comportamiento en redes sociales no se ha logrado el consenso.
No obstante, según expertos en la conducta, estos actos son una muestra clara de la rabia, frustración, rencor, odio y resentimiento con el que viven de quienes dedican a destruir a otros desde un teclado.