Santo Domingo.- Vecinos del confeso asesino del joven Jesús Cuevas, Francisco García (Antony), no salen del asombro ante el horrendo hecho, diciendo que desde hace algunas semanas se habían quejado del mal olor que se desprendía en la barriada creyendo que se trataba de ratas muertas.
Dijeron que al no hallar nada decidieron limpiar el pozo séptico, sin embargo, la pestilencia persistía. Fuentes confirman que, Francisco García convivió durante semanas junto a su hijo de tres años de edad en la residencia que guardaba el cadáver descuartizado, dentro de un tanque plástico tapado con funda negra.
Mientras los restos del joven reportado desaparecido desde hace un mes se descomponía y el mal olor inquietaba a los vecinos, el hombre identificado como Francisco Javier García Quezada (Antony), de 32 años, hacía su vida de manera normal en su apartamento del tercer piso, donde residía junto al niño, desde que quedó a su cuidado cuando se separó de su esposa hace más de un año.