SANTO DOMINGO, RD- A propósito de que este primero de mayo es un día reivindicativo para emprendedores, comerciantes, empresarios y empleados que ponen su mejor cara para ganar el peso dignamente.
En su máquina de coser, con talento para elaborar cojines y cortinas, desde una acera de la avenida Duarte, Ramon Alfredo de León Cabrera, ha producido el sustento de su familia por más de dos décadas.
Esa misma vía fue testigo de como perdió su pierna izquierda víctima de un asalto en 1998.
View this post on Instagram
Pero desde que cicatrizaron sus heridas hasta hoy, no se ha detenido en su pasión por la costura.
Entre la candela y los calderos, debajo de lonas por las que atraviesan la lluvia y sol, Auris Matos y Dulce Rocío Melo cocinan para vender el plato del día en el mercado modelo del Distrito Nacional.
Ambas heredaron de sus madres el amor por la cocina y los espacios en las aceras de la calle Hernando Gorjon.
Quienes son empleados acarician el sueño de la independencia financiera que podrían alcanzar con un emprendimiento.
Pero los que han logrado instalar comercios y ahora son los patronos han ponderado tirar la toalla más de una vez.
Lo cierto es que los trabajadores dominicanos son fajadores constantes y en cada día ven una nueva oportunidad para mejorar las condiciones de vida para sus familias.