VIDEO: Maduro dice que si EEUU sigue con su “Locura” de imponer un Guaidó 2.0 en ese país el petróleo pasaría a los Brics
REDACCIÓN.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó este martes que si los Estados Unidos continúan con su “locura” de imponer un Guaidó 2.0 en esa nación, los campos de petróleo y gas firmados con ellos pasarían a manos de los BRICS.
BRICS es un grupo informal de estados que buscaban ampliar su cooperación multilateral y así hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales.
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Los países emergentes que forman el grupo de los BRICS son: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, quienes dejaron de ser un bloque aspiracional y pasaron a convertirse en un bloque geopolítico de pleno derecho en la comunidad internacional.
¿Quién fue Guaidó?
Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez, fue diputado nacional por el estado Vargas (actual estado La Guaira) y dirigente del partido Voluntad Popular, el 5 de enero de 2019 fue designado como presidente del parlamento venezolano, siendo la persona más joven en ocupar dicho cargo.
Y es que Juan Guaidó no sólo se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela sino que además recibió la «bendición» de la Casa Blanca y numerosos gobiernos de América Latina.
La carrera de Guaidó para convertirse en el líder más prominente de la últimamente adormecida oposición a Nicolás Maduro fue fulgurante.
Miles de personas participaron en manifestaciones masivas contra el gobierno de Maduro en Venezuela, Asumió el 5 de enero como presidente de la Asamblea Nacional (AN) casi por accidente, porque le tocaba a su partido, Voluntad Popular, y los principales líderes de su formación andaban con problemas legales.
Y comenzó a hacer ruido tan solo una semana después, con su breve detención por parte de un grupo de agentes del Sebin que, según el gobierno, actuaron de manera unilateral.
El momentáneo arresto parecía vinculado al confuso discurso que había dado el día anterior, muchos entendieron que se estaba autoproclamando presidente.
No lo hizo entonces, pero no dejó lugar a dudas un día después.
«Ante Dios todopoderoso, Venezuela, juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres», dijo ante una multitud.
Estados Unidos no tardó en expresarle su apoyo. Y le siguieron Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Perú.
Aunque México y Bolivia mantuvieron su reconocimiento a Maduro.
Pero, ¿qué se sabe más de él?
Guaidó, oriundo de La Guaira, estudió ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y un posgrado en administración pública.
Siendo un adolescente, le tocó vivir la mayor tragedia natural que ha sufrido Venezuela en el último medio siglo: el deslave de Vargas.
Guadió residía en ese estado costero cuando en diciembre de 1999 las incesantes lluvias hicieron que una pared de agua, rocas y escombros cayera por la ladera del cerro El Ávila, arrasando con numerosas poblaciones y provocando la muerte de entre 10.000 y 30.000 personas.
Su familia también resultó afectada.
«Guaidó tiene una combinación de muchos tipos de venezolanos: es alguien que no es de una familia con mucha plata; de La Guaira, no de Caracas; que con mucho esfuerzo llegó a la universidad y sus padres con mucho esfuerzo le pudieron pagar una buena universidad», explica una compañera de estudios del político, que prefiere permanecer en el anonimato.
Fue en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) donde comenzó su carrera política, convirtiéndose en representante estudiantil y organizando protestas.
Sus más cercanos lo describen como un joven que siempre estaba dispuesto a cualquier tarea, por pequeña que pareciera.
Posteriormente, en 2009, Guaidó se convirtió en uno de los miembros fundadores del partido Voluntad Popular, junto al destacado dirigente opositor Leopoldo López.
Su visión de Venezuela, por entonces, era la de un país de «calidad»; con un sistema público-privado, donde la oferta pública sea igual de excelente que la privada y las ayudas sociales existan pero no creen una dependencia del Estado, comentan desde su círculo en la juventud.
El joven ingeniero entró en la política de lleno en 2011, cuando fue elegido diputado suplente en la Asamblea Nacional por Voluntad Popular, y posteriormente, resultó electo por primera vez como miembro principal de esta cámara.
Mantuvo un perfil relativamente bajo hasta llegar a la presidencia del Parlamento, en la que aterrizó casi por azar.
Cuando la oposición venezolana logró la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional en diciembre de 2015, los principales partidos que integraban la coalición ganadora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acordaron que cada año se rotarían en la presidencia del Parlamento.
En aquel entonces, el nombre del joven diputado no sonaba como un fuerte candidato para presidir el Parlamento, pero los problemas judiciales y políticos que enfrentan los principales dirigentes del partido le despejaron el camino.
Una vez descartados López (en arresto domiciliario) y Carlos Vecchio (el número dos del partido, exiliado en Estados Unidos), la cabeza visible de Voluntad Popular en Venezuela era el diputado Freddy Guevara, quien tuvo que buscar asilo en la embajada de Chile en Caracas después del fracaso de la ola de protestas antigubernamentales de 2017.
Advertencias y discurso
Guaidó tomó posesión de su cargo como presidente en un momento difícil para esa institución, controlada por la oposición aunque despojada de sus funciones tras varias decisiones del Tribunal Supremo y la creación impulsada por Maduro de una Asamblea Nacional Constituyente «con poderes plenipotenciarios».
Desde el principio, el político echó mano de la Constitución venezolana para remarcar la «ilegitimidad» de Maduro y anunció que trabajaría para lograr una «transición» pacífica hacia la democracia en el país.
Sus palabras no fueron bien recibidas en el gobierno de Maduro, quien lo calificó de «títere» y «agente de Estados Unidos».
De hecho, tras su proclamación este miércoles como «presidente encargado» y el apoyo instantáneo de EE.UU., el gobierno de Maduro anunció la ruptura de relaciones con Washington.
«Le decimos: ‘No al golpismo, no al intervencionismo, no al imperialismo'», subrayó en un discurso pronunciado desde el Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores en Caracas.
Para los observadores de la política venezolana, hay ciertos paralelismos entre Guaidó y Leopoldo López, aunque ven al nuevo «presidente encargado» más abierto al diálogo.
López acabó entre rejas tras la ola de protestas gubernamentales de 2013. La gran pregunta ahora es: ¿qué pasará ahora con Guaidó? ¿Y con Venezuela?
El viernes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una resolución mediante la cual otorgó medidas cautelares a favor de Guaidó y los miembros de su núcleo familiar en Venezuela, «tras considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos».
«(…) La Comisión notó que el señor Guaidó se trata actualmente de la figura más visible de oposición en un contexto de gran algidez política y gran convulsión social que ha llevado a la movilización de miles de personas en las calles de Venezuela, donde ya se han producido hechos de violencia».