REDACCIÓN- El principal puerto de Puerto Príncipe, Haití, sigue siendo saboteado por parte de grupos armados, que saquearon contenedores de instituciones nacionales e internacionales.
Vídeos que circulan por las redes sociales muestran a cientos de personas saqueando decenas de contenedores, llevándose todo lo que encontraban a su paso en este puerto, situado en un barrio obrero controlado por el grupo armado de Jimmy Cherizier, alias ‘Barbecue’.
Entre los contenedores estaba uno del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con suministros esenciales para la niñez, de acuerdo con un comunicado de este organismo.
Este incidente del sábado agrava la crisis del sistema sanitario colapsado en Haití, según un comunicado de la ONU.
El contenedor contenía artículos esenciales para la supervivencia de las madres, los recién nacidos y los niños, incluidos resucitadores y equipos relacionados, así como suministros esenciales para el desarrollo y la educación de la primera infancia, equipos de agua y muchos otros, declaró el Gobierno haitiano.
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Privar a niños de suministros médicos vitales en crisis sanitaria viola sus derechos”, dijo Bruno Maes, representante de Unicef en Haití.
El saqueo de suministros esenciales para la supervivencia infantil “debe cesar inmediatamente y el acceso humanitario debe seguir siendo seguro”, añadió, e indicó que la situación se produce “en un momento crítico, cuando los niños más los necesitan”.
En el comunicado, Maes también se refiere al cierre de centros de salud por razones de seguridad en Haití, “una situación desastrosa para los niños, porque cada centro de salud cerrado significa que hay vidas en peligro y que se niega atención médica esencial”.
“Si no se pone fin a la violencia y no se reabren los canales logísticos esenciales, la crisis sanitaria empeorará mucho más. Estamos asistiendo a una catástrofe humanitaria y queda poco tiempo para revertirla”, añadió.
Grupos armados controlan y amenazan suministros
Hace una semana, grupos armados abrieron una brecha en el principal puerto de la ciudad, cortando una de las últimas rutas de acceso de alimentos y suministros a la capital, mientras el país se acerca al colapso en medio de una crisis política, social y económica.