Redacción.- Tras el colapso del puente Francis Scott Key de Baltimore, permanecen 21 tripulantes encerrados en el buque luego de una semana del pasado hecho.
India confirmó que 20 de los navegantes pertenecen a su nación y el otro es ciudadano de Sri Lanka, país hacia donde partía el barco al momento de la colisión.
Las autoridades han dicho que, por ahora, no hay ningún plan para desembarcar a la tripulación del Dali, que todavía está trabajando en tareas de mantenimiento en el barco.
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Es poco probable que abandonen el buque hasta que sea trasladado, un proceso complicado y potencialmente largo.
Varios empleados del Centro Internacional de Marinos de Baltimore, han estado en contacto con los navegantes, vía whatsapp y lo califican como «inquietos» ya que en gran medida guardan silencio sobre su situación mientras se desarrolla la investigación.
El viernes, el almirante de la Guardia Costera Shannon Gilreath expresó que trasladar el barco es una prioridad secundaria después de reabrir el puerto de Baltimore, incluso en circunstancias normales, el desembarco de tripulaciones de ciudadanos extranjeros en puertos estadounidenses requiere un papeleo importante.
No está claro si la tripulación del Dali tiene la documentación necesaria para desembarcar, pero Chirag Bahri, un veterano marinero indio dijo que probablemente será cuestión de meses hasta que todos los marineros puedan regresar a casa.
«Tal vez después de unas semanas, algunos de los rangos inferiores puedan ser repatriados a casa», dijo. «Pero es posible que los altos cargos todavía deban completar la investigación formal y se queden en Estados Unidos». aclaró Chirag Bahri, un veterano indio.
Los investigadores trabajan para determinar qué causó la colisión y no está claro cuándo la tripulación podrá abandonar el barco.
«También se encuentran en una situación muy delicada”, añadió. “Lo que puedan decir puede afectar a la empresa. Me imagino que les han aconsejado que mantengan un perfil bajo por el momento».
Andrew Middleton, que dirige Apostolado del Mar, un programa que atiende a los barcos que pasan por Baltimore, dijo que ha estado en contacto con la tripulación «varias veces al día» desde la colisión.
«Dicen que están todos bien», afirmó.
La tripulación del Dali dispone de alimentos, agua y otros suministros previstos originalmente para su viaje a Sri Lanka, además podrán recibir paquetes de organizaciones sin fines de lucro que trabajan con marineros, que según Middleton incluirían productos horneados y otros alimentos.
Las necesidades más apremiantes son psicológicas, consideran los expertos, ya que combatir el aburrimiento cuando no se trabaja es uno de los mayores desafíos si los marinos están aislados durante largos períodos.
Muchos, que suelen ser jóvenes, recurrirán a los videojuegos y las redes sociales para pasar el tiempo, supone que la tripulación necesitará apoyo de salud mental a raíz del accidente y la intensa atención de los medios sobre lo que salió mal y quién, si es que hay alguien, es el responsable.
«Es probable que los marinos ya están traumatizados y estresados, todavía están en un barco en tierra extranjera. Debemos apoyarlos y hacerles sentir seguros de que no serán juzgados en este momento de necesidad». agregó Chirag Bahri, un veterano indio.