IRAK. –Al menos 93 personas han perdido la vida en Irak, según la comisión gubernamental de derechos humanos del Parlamento, y hay más de 3.000 heridos en las movilizaciones que empezaron el martes en Bagdad y que pronto se extendieron a ciudades del sur como Amara, Diwaniya, Nasiriya o Hilla.
Las calles de Irak claman contra la corrupción y el desempleo, dos males que se han fortalecido con el paso de los años en el sistema levantado tras la caída del régimen de Sadam Husein, y la única respuesta del Gobierno es la represión.
Tras 48 horas de toque de queda, las autoridades levantaron ayer para intentar recuperar la normalidad, pero las protestas no cesaron. Se ha restringido el servicio de Internet y las unidades antiterroristas de élite están desplegadas en los puntos neurálgicos de Bagdad con luz verde para abrir fuego contra unos manifestantes que protestan sin responder a órdenes de partidos o sectas y que piden a gritos «la caída del régimen», el famoso eslogan de la Primavera Árabe que recorrió Siria, Yemen, Egipto, Túnez o Libia en 2011.