Redacción. ― La red social X aseguró este viernes que ya pagó todas las multas pendientes y volvió a solicitar a la Corte Suprema de Brasil que levante el bloqueo que pesa sobre la red social de Elon Musk desde el 30 de agosto.
La plataforma desembolsó 28,6 millones de reales (unos 5,2 millones de dólares) para liquidar todas las multas que tenía pendientes de pago con la Justicia brasileña, en el marco de una causa penal por desinformación y delitos de odio en Internet.
El juez Alexandre de Moraes, encargado del caso, analizará ahora la petición de X y decidirá, sin un plazo determinado para ello, si ordena el restablecimiento de la red social o mantiene el bloqueo, como ya hizo la semana pasada.
Si opta por restablecer el servicio de X durante las próximas 48 horas, la red podría volver a funcionar en la recta final de la campaña para las elecciones municipales, previstas para el domingo.
De Moraes suspendió X hace poco más de un mes por la negativa de la empresa a eliminar una decena de perfiles dedicados a desinformar y ligados a la extrema derecha que abandera el expresidente del país Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, también es investigado por diseminar bulos (noticias falsas), atacar gravemente las instituciones democráticas y tramar un supuesto golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
De Moraes también impuso a la compañía millonarias sanciones económicas que han ido aumentando de valor mientras Musk mantuvo vivo su desafío contra la máxima instancia judicial del país.
El magante sudafricano llegó a cerrar la oficina de X en el país y retiró a los representantes legales de la red social, pero al final optó por cumplir las resoluciones dictadas por De Moraes, a quien calificó de «dictador» y acusó de «violar» la Constitución brasileña.
Lula respaldó el castigo a X y, en la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, criticó de forma velada a Musk al animar a América Latina a «no intimidarse ante individuos, corporaciones o plataformas digitales que se creen por encima de la ley».
Bolsonaro, por su parte, pidió al Congreso la destitución de De Moraes, «ese dictador que hace más daño a Brasil que el propio Lula», según denunció en una manifestación que llevó a unas 45.000 personas, el pasado 7 de septiembre, a la Avenida Paulista de São Paulo.