Francisco, que cumplirá 87 años en diciembre, se mostró jovial en el acto de «Los niños encuentran al papa», en el que recibió preguntas de algunos de los 7.000 niños, de entre 7 y 12 años y originarios de 84 países, que participaron en la audiencia.
«Es verdad que a veces me enojo… ¡Pero no muerdo!», bromeó el pontífice argentino.
Preguntado por Sofia, oriunda de Filipinas, el papa repitió un consejo que había recibido de niño y le dijo: «cuando estás enfadado, bebe un vaso de agua antes de responder».
Los niños hicieron preguntas sobre el medioambiente, las guerras e incluso sobre la vida personal de Francisco, que respondió de forma didáctica y en alguna ocasión hizo corear frases al público, como «Si destruimos la Tierra, nos destruimos a nosotros».
«No sé (en qué sueño) porque por la noche duermo», dijo el papa. «A veces, tengo algunos sueños, de recuerdos de juventud de cuando era niño», admitió.
El pontífice también pidió a los jóvenes «no despilfarrar la comida».
«Si hay una Tercera Guerra Mundial, ¿no volverá a haber paz nunca más?», pidió Rania, de 12 años, de origen palestino.
«No hay un método para aprender a hacer la paz. Se hace con el corazón y la mano tendida», les explicó.
Durante el acto, el papa pidió mantener un minuto de silencio por los niños muertos en las guerras.
Por la mañana, en una audiencia con la Conferencia de Rabinos Europeos, Francisco no pudo leer el discurso como estaba previsto porque, según explicó, no se sentía bien. El Vaticano dijo que estaba «un poco resfriado».