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Comunicadoras no ven a los avatares como una real amenaza a su trabajo

SANTO DOMINGO, RD- Expertas dominicanas en la maestría de ceremonias no ven a los avatares de la Inteligencia Artificial (IA) como una real amenaza a su trabajo frente a la pantalla o en eventos multitudinarios.

Entre reconocer que la IA es un recurso que, como nueva tecnología, terminará siendo una aliada de estos nuevos tiempos, también están quienes muestran su preocupación ante el avance y la facilidad del uso de la misma, pero la humanización, que implica una gran cantidad de detalles, en los que se implican los sentimientos, jamás podrá ser sustituidos por la creación de un avatar.

Conocedoras en la materia como Lissette Selman, Luz García, Pamela Sued, Isaura Taveas, Ingrid Gómez y Yokasta Díaz. Cada una, desde sus perspectivas observa y expone y analiza si los avatares terminarán suplantando a las comunicadoras de carne, hueso, alma, espíritu y corazón en el mundo de la comunicación.

La conductora de televisión y locutora Lissette Selman, maestra del buen hablar e instructora en la materia, no ve a AI como una amenaza al trabajo humano, aunque siempre resultará una opción atractiva para el mismo.

“El uso de la inteligencia artificial para conducir una actividad resulta una opción atractiva por novedosa, más no la veo como una amenaza al trabajo humano que desempeñamos quienes asumimos este rol. Por ejemplo, aunque a la fecha se ha logrado un impresionante nivel de mejoras que pueden llegar, incluso, a confundir a algunos, creo que la inteligencia artificial carece del impacto que la emoción del ser humano añade a esta tarea o, incluso, la capacidad de salvar una eventualidad que pudiera surgir a lo largo de un evento», opinó.

Yokasta Díaz, que tiene como su fuerte la locución y el uso de la voz, reconocida por realizar con profesionalidad el trabajo de maestra de ceremonia, reflexiona sobre el tema: “He estado muy pendiente de los avances de la IA enfocada a la comunicación para maestro de ceremonias y de hecho hasta para comerciales de voz”.

Luego agrega: “Yo que vivo de ambas me siento un tanto inquieta ante la posibilidad de vernos desplazados por una máquina en el futuro cercano, sin embargo, apelo a la buena elección de la empresa de un ser humano cálido y profesional de la locución en maestrías de ceremonias para guiar el evento, en medio de la improvisación que pueda surgir en un evento en vivo”.

Pamela Sued reconoció que su situación no se asemeja a las que han pasado en la tormenta familias pobres que viven en zonas vulnerables

Pamela Sued afirma que la gente «siempre busca esa conexión, esa emotividad, busca que el presentador o el maestro de ceremonia pueda hablar desde los sentimientos y, obviamente, la inteligencia artificial no tiene esos componentes”.

Una de las comunicadoras más cotizadas en maestría de ceremonia es Pamela Sued. Probada en todas las áreas, reconoce que la IA es un gran avance, mas no cree que esta pueda reemplazar, como tal, a una maestra de ceremonias. Sued está segura que el complemento de los sentimientos que expone el ser humano, no lo puede exponer un avatar.

“Mi experiencia de tantos años, haciendo eventos, el cliente, la marca, la empresa siempre busca esa conexión, esa emotividad, busca que el presentador o el maestro de ceremonia pueda hablar desde los sentimientos y, obviamente, la inteligencia artificial no tiene esos componentes”.

Sued agregó que el mercado se abrirá a la posibilidad y a la experiencia de probar algo nuevo y probar algo diferente, “pero el trabajo que realizamos los maestros de ceremonias es un trabajo que nace en el escenario, lo que compartimos, nace más bien del sentimiento, de la experiencia vivida, y yo no creo que la IA cuento con esos sentimientos”.

Luz García observa que es lógico que exista el temor y la desconfianza ante la llegada de la nueva tecnología.

Para la conductora de televisión Luz García, quien en sus 20 años de carrera ha realizado estas funciones, observa que es lógico que exista el temor y la desconfianza ante la llegada de la nueva tecnología, con la que recuerda debemos a aprender a vivir con esta y convertirlas en aliados para agilizar los procesos y optimizar tiempos en la gestión de las tareas cotidianas y repetitivas.

“Evidentemente la aplicación de esta tecnología nos va a impactar, de hecho, ya nos está impactando, pero no debemos olvidar que algo similar ocurrió cuando el mundo dio el salto y aplicó la industrialización y se reemplazaron tantos trabajos. No debemos ver estos avances con escepticismo, está en la naturaleza del hombre avanzar y reformular su entorno y su medio de vida”.

Recordó que “es una constante que la humanidad se avoque a la evolución y revolución en sentido general, estamos donde estamos, porque nos hemos abiertos a los cambios, sucedió cuando abandonamos la era análoga y dimos el sí, a la era digital. Sucede en todos los ámbitos y la comunicación no escapa a la IA y al desarrollo e implementación de una nueva estructura de comunicación”.

La comunicadora Ingrid Gómez no está convencida de que la IA termine reemplazando el trabajo de los comunicadores que ejercen la maestría de ceremonias, sin embargo, reconoce y acoge a esta nueva tecnología como una herramienta eficaz que servirá de gran provecho.

“Jamás va a sustituir el calor humano y la emoción que le da un ser humano cuando enfrenta a un público, con el corazón, porque hay gente que hace maestría de ceremonia, tipo un robot, pero no es el tipo de trabajo que hago. La IA es un gran asistente y complemento que ya estoy aprendiendo a utilizar”.

La comunicadora Isaura Taveras sostiene que los avatares y la IA en sentido general «será siempre un auxiliar del recurso humano, más no un sustituto». Según sus argumentos, la tecnología «ha sido y será siempre una de las herramientas más importantes para garantizar avances, nuevas y mejores formas de cómo alcanzar los objetivos trazados en cualquiera que sea el ámbito o espacio en que sea utilizada». Sin embargo, esto no llegará a ser absoluto y predominante frente al factor humano en funciones como la maestría de ceremonia.

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