CHINA. -Los nuevos casos de la COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus de Wuhan, siguen aumentando, aunque a un ritmo más lento en China, donde el foco se sitúa ahora en varias cárceles del país, que han comenzado a registrar un alto número de contagios.
Según el último balance de la Comisión Nacional de Sanidad, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus ha dejado ya 2.236 fallecidos entre los casi 75.500 casos registrados hasta el jueves.
Estas cifras suponen un aumento de 889 casos y 118 muertes con respecto al día anterior. La mayoría de fallecimientos (115) se registraron en la provincia de Hubei, foco de la epidemia. Hasta el momento, esa región centro-oriental acumula el 83 por ciento de los casos confirmados y el 96 por ciento de los fallecimientos en toda China.
Así pues, Hubei continúa siendo, con mucha diferencia, el mayor foco mundial del COVID-19, ya que, aunque una treintena de países cuentan con casos diagnosticados, China acapara en torno al 99 por ciento de los infectados.