El brote de COVID-19 en Estados Unidos cruzó el sábado los 100.000 casos nuevos confirmados diarios, una marca excedida por última vez durante el incremento de infecciones antes del invierno e impulsada por la variante delta del virus, mucho más contagiosa, y bajas tasas de vacunación en el sur.
A finales de junio, Estados Unidos promediaba unos 11.000 casos al día. Ahora el número es de 107.143.
Las autoridades de salud temen que los casos hospitalizaciones y muertes sigan subiendo si más estadounidenses no se vacunan. A nivel nacional, solamente 50% de las personas están plenamente vacunadas y más de 70% de los adultos han recibido al menos una dosis.
“Nuestro modelo muestra que si no vacunamos a la gente, pudiéramos subir hasta varios centenares de miles de casos al día, similar al incremento de inicios de enero”, dijo esta semana la directora de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, Rochelle Walensky, en declaraciones a la CNN.
Florida batió récord nuevamente al añadir este sábado 23.903 casos de la covid-19 y 13.747 hospitalizaciones asociadas a la pandemia, una jornada que supera al menos a las tres anteriores, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El pasado viernes se registró el récord histórico de 22.783 nuevos casos confirmados desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, aunque la jornada de hoy supera esa cifra en 1.120.