El presidente Emmanuel Macron advierte sobre derretimiento de glaciares
FRANCIA.– El derretimiento de los glaciares es un “desafío sin precedentes para la humanidad”, advirtió ayer viernes el presidente francés Emmanuel Macron, al lanzar un llamado a las naciones para que trabajen juntas para reducir las emisiones que calientan el planeta, proteger el medio ambiente y colaborar en la investigación científica de los ecosistemas helados de la Tierra.
Se necesita desesperadamente un esfuerzo conjunto de este tipo, a pesar de que la guerra en Ucrania y el más reciente conflicto armado entre Israel y Hamás están quitando gran parte de la atención internacional y obstaculizando la unidad y la cooperación globales, dijo Macron.
El mandatario francés habló en el Foro de Paz de París, un evento anual en que participan gobiernos, grupos no gubernamentales y otros que buscan el diálogo sobre problemas globales como el cambio climático, la exposición de los niños a la violencia en línea y las amenazas a los derechos humanos.
COLAPSO DE LA CRIOSFERA
El mundo, señaló Macron, está presenciando “el colapso de la criosfera bajo el impacto del cambio climático”, refiriéndose a partes de la Tierra donde el agua está en forma sólida, incluidos los glaciares.
“El efecto más inmediato y visible es el derretimiento de los casquetes polares… representa un desafío sin precedentes para la humanidad”, dijo Macron.
El derretimiento de las superficies de hielo en todo el mundo tiene un impacto en la biodiversidad, el aumento del nivel del mar y de las costas y contribuye a la escasez de agua potable, la migración, una mayor liberación de CO2 y el riesgo de una nueva pandemia, añadió.
“Todas estas amenazas son reales”, subrayó Macron, pidiendo cooperación urgente.
“Los conflictos vuelven a estar en la agenda, en Oriente Medio y en otros lugares y esto hace que nuestras relaciones sean frágiles, pero tenemos que hacer todo lo posible para trabajar estrechamente juntos, de forma pacífica”, agregó.
A la cumbre de París asistieron jefes de Estado, de gobierno y diplomáticos de unos 40 Estados, incluyendo China. Rusia no fue invitada, a pesar de que su territorio incluye parte del Ártico.