SANTO DOMINGO.- El Tercer Tribunal Colegiado emitirá la sentencia contra los tres imputados por el ataque con ácido del diablo a Yocairi Amarante, en septiembre de 2020.
Las magistradas Arlín Ventura, Milagros Ramírez y Leticia Martínez se encargarán de dar el veredicto en la audiencia que está pautada para las 9:00 de la mañana.
El pasado marte 21, la Fiscalía del Distrito Nacional presentó sus conclusiones y estableció la responsabilidad penal de los acusados.
Las representantes del Ministerio Público presentaron en el juicio de fondo las pruebas testimoniales, periciales y documentales que, según las investigaciones realizadas por el órgano persecutor, establecen la culpabilidad de Willy Antonio Javier Monegro, principal imputado y expareja de la víctima, Pedro Alexander Sosa Méndez y Joan José Féliz.
Las fiscales litigantes María Silvestre y Magalis Sánchez indicaron que también presentaron ante el pleno las pruebas periciales y audiovisuales, así como los informes de análisis de las conversaciones entre los imputados, que sostuvieron vía la plataforma digital WhatsApp antes y después de la agresión contra la víctima.
Asimismo, presentaron el testimonio de Eddy Rafael Cabral, investigador policial que recolectó las evidencias consistentes en las ropas de uno de los implicados al momento de cometer el crimen.
En tanto, Magalis Sánchez reiteró que el Ministerio Público solicitará a las juezas la imposición de 30 años de prisión, “la pena máxima que contempla la legislación dominicana”.
Además de las pruebas periciales, en la audiencia de este lunes el Ministerio Público también presentó un bloque de pruebas materiales y una bitácora de fotos entre las que figura el motor utilizado por los agresores, así como un casco protector y dos celulares que les fueron ocupados por las autoridades al momento del apresamiento.
El expediente indica que Sosa Méndez y José Féliz actuaron a demanda de Javier Monegro, quien pagó para el ataque a su expareja con el líquido conocido como ácido de diablo, una mezcla de sustancias que destruyen la piel y el tejido. Como consecuencia, la víctima fue sometida a múltiples cirugías y sufre lesiones permanentes.
Los encartados están acusados, según el órgano persecutor, de violar los artículos 265, 266, 303, 303-4, 309 y 309-1 del Código Penal Dominicano, que tipifican la asociación de malhechores, tortura y violencia contra la mujer.