MIAMI.- Hoy se conmemora el Día Mundial del Párkinson y con él pone este año el foco en las otras caras de la enfermedad, una patología comúnmente asociada a los temblores que, sin embargo, solo padece el 40 % de los afectados mientras que otro 40 % presenta como primer síntoma la depresión.
La Federación Española de Párkinson ha puesto en marcha la campaña #LaOtraCaraDelParkinson, que estará en redes hasta finales de abril con el objetivo de sensibilizar sobre la imagen errónea de la enfermedad, combatir los estigmas y los prejuicios sociales y estereotipos que la rodean.
¿Por qué se celebra el Párkinson?
El Día Mundial del Parkinson es en conmemoración del aniversario de James Parkinson, el Médico británico que describió por primera vez la enfermedad. La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente a adultos mayores y presenta síntomas como lentitud, rigidez, temblor y pérdida de reflejos.
Se desconoce qué causa la enfermedad. La mayoría de los casos aparecen en forma espontánea, aunque existen formas hereditarias de la misma. Se sospecha que podría estar causado por una combinación de factores genéticos y ambientales, es decir, una predisposición genética a desarrollar la enfermedad, pero que necesitaría de factores ambientales para manifestarse.
La enfermedad es la segunda en frecuencia por debajo de la enfermedad de Alzheimer. La edad media de comienzo es alrededor de los 55 años, y si bien existen pacientes jóvenes (un 5-10% de los pacientes tienen menos de 40 años), la mayoría de los pacientes son adultos mayores.
Afirma que menos de 1% de la población general padecen esta patología, sin embargo el riesgo de presentarla aumenta con la edad siendo de alrededor de 2% o más en mayores de 60 años.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la variabilidad de síntomas que presenta esta enfermedad neurodegenerativa, que en España afecta a unas 160.000 personas, exige un enfoque multidisciplinar para evitar retrasos en los diagnósticos porque, cuando el paciente no presenta las alteraciones motoras típica, las demoras pueden oscilar entre cinco y diez años.
Según estudios, estos son algunos de los alimentos que pueden administrar personas con la enfermedad, los hidratos como verduras y frutas, cereales, arroz, pasta integral, pescado, huevos, legumbres, lácteos y carnes magras.
Las proteínas cobran verdadera importancia pues ayudan a formar, reparar y mantener músculos, huesos y otros tejidos.
Se trataría, dicen, de saber el número de afectados por sexo, edad, años que lleva diagnosticado, respuesta a los tratamientos y lugar de residencia, urbana y rural.