El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó en la tarde de este miércoles suspender la decisión, adoptada horas antes por un tribunal inferior, de trasladar al ex presidente Luis Inacio Lula da Silva, preso por corrupción, a una cárcel común en la que conviviría con asesinos y violadores.
El Tribunal rechazó por 10 votos contra uno el traslado del ex mandatario a la prisión de Tremembé, en el interior del estado de San Pablo. Así, Lula permanecerá en la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde está detenido desde abril de 2018, hasta que la Corte Suprema juzgue una acción que cuestiona la actuación del ex juez Sergio Moro -ahora ministro de Justicia- en el proceso que condenó al líder del Partido de los Trabajadores en el caso de un departamento en la localidad de Guarujá que habría recibido como soborno de una poderosa constructora.
La decisión de trasladarlo a la cárcel de Tremembé la había tomado el juez corregidor Paulo Eduardo de Almeida Sorci, del Tribunal de Justicia de San Pablo, luego de negarle una sede militar en calidad de ex jefe de Estado.
El juez De Almeida Sorci cumplió así con la solicitud hecha por la jueza del 12° Tribunal Federal de Curitiba, Carolina Lebbos, quien había ordenado el traslado de Lula de la cárcel de la Policía Federal (PF) en Curitiba a una unidad carcelaria en San Pablo.
El fallo de Lebbos no indicaba a qué cárcel debía ser llevado, ni la fecha, dejando la decisión de la elección de la prisión en manos de la justicia de San Pablo.
El posible traslado de Lula fue rechazado duramente por el PT, que consideró la decisión de la justicia como un «acto de persecución».