La menta: de qué manera puede consumirse y qué efectos ésta provoca
REDACCIÓN.- La menta es conocida por su intenso aroma y la sensación de frescura que genera, esta pertenece a una familia de plantas herbáceas y puede formar parte de numerosas comidas, en pequeñas cantidades debido a su fuerte sabor.
Se puede utilizar en ensaladas combinada con otras verduras, sopas, se puede realizar un pesto de menta para agregar a los platos como condimento, salsas para pastas o carne, y en postres como el helado o en recetas que contengan chocolate ya que complementa muy bien su sabor.
Esta planta suele ser complicada de mantener, ya que requiere de condiciones específicas como el tipo de sustrato, la cantidad de horas de exposición al sol y agua para hidratarse.
Previo al desarrollo de la medicina moderna, eran utilizadas para tratar afecciones, y su consumo se sostuvo en el tiempo debido a sus propiedades favorables.
Parece obvio pero vale remarcar, si bien no pueden curar enfermedades o condiciones por sí solas, la incorporación a la dieta de algunas de ellas puede brindarle al organismo ciertos beneficios. Algunas de las más reconocidas son la manzanilla, el tomillo, el eucalipto, el perejil, la tila o tilo y la menta.
Gracias a su peculiar aroma, históricamente se utilizó la menta en la gastronomía en forma de salsas, en ensaladas, para condimentar carnes, y hasta como ingrediente principal en el helado y otros postres. Se suele añadir en pequeñas cantidades, ya que su gusto es muy potente y puede ser invasivo.
Cuáles son los beneficios de la menta para la salud
Como se mencionó previamente, la menta no solo es reconocida por su fresco sabor, sino también por sus propiedades beneficiosas para el organismo. Hay múltiples estudios e instituciones que validan el uso de esta hierba, o de sus derivados, como auxiliares para disminuir síntomas de algunas afecciones.
Por un lado, los expertos de Mayo Clinic recomiendan el consumo moderado de menta para aliviar la indigestión, caracterizada por el dolor estomacal y molestias abdominales causadas por una mala alimentación o el consumo de sustancias que irritan al sistema digestivo, como alcohol o algunos medicamentos.
Un estudio publicado en la National Library of Medicine (NIH) de Estados Unidos explica que las cápsulas de aceite de menta con recubrimiento entérico y liberación retardada, que se venden en farmacias y deben ser recomendadas por un profesional de la salud, tienen un efecto positivo en las personas que sufren de síndrome del intestino irritable (SII). Esto se debe a que los componentes de la menta pueden relajar el tracto gastrointestinal, lo cual reduce molestias.
Según Cleveland Clinic, el mentol, componente químico natural presente en la menta, presente en grandes cantidades en el té de menta puede ayudar a atenuar los síntomas de los resfríos: “El té de menta funciona bien para relajar los músculos de la garganta, aliviar la congestión nasal e incluso reducir la fiebre. También está cargado de propiedades antibacterianas y antivirales para darle un impulso saludable”.
En cuanto a su aroma, puede tener efectos estimulantes del sistema nervioso ya que es tan potente que ayuda a mantener una sensación de alerta. En un estudio los expertos manifiestan que también muestra un impacto positivo en la memoria.