Rafael Morel acaricia el sueño de ser parte de Águilas Cibaeñas
SANTIAGO.- Para un jugador que prácticamente creció en el santuario del clubhouse de un equipo tan ilustre como las Águilas Cibaeñas, ser seleccionado como la primera elección de esa escuadra en el Draft de novatos, marca el comienzo de un anhelo largamente acariciado.
La pasión que emana del recién nombrado número 1 de los aguiluchos en el sorteo de Novatos de este año es
tan profunda que suplicó a su equipo en las Grandes Ligas, los Cubs de Chicago, que le permitieran estar presente en los entrenamientos del equipo.
«Los Cachorros me aconsejaron que necesitaba descansar antes de dirigirme a la Liga Instruccional de Arizona, pero logré que me permitieran pasar un corto período aquí. Aunque me autorizaron, me instaron a tomármelo con calma, y eso es exactamente lo que estoy haciendo. Estoy aquí, y eso me emociona», dijo al ser abordado.
Rafael es el hermano menor de Christopher Morel, quien actualmente es miembro del equipo grande de la misma organización.
«Es sumamente emocionante para mí. Cuando llegué al camerino, veteranos como Francisco Peña me dieron la bienvenida y de inmediato mostraron su disposición para ayudarme», dijo emocionado.
Dijo en son de broma que piensa seguir los pasos de su hermano con quien tiene una rivalidad de familia, por lo que su reto es igualarlo o superarlo:
Morel, quien jugó en la clase A media durante el pasado verano, mencionó que entre sus planes inmediatos se encuentra mejorar su estado físico y tomar más turnos. Además, reveló que se siente más cómodo jugando en la tercera base.
«Esa es la posición en la que más disfruto. Es mi base favorita en el cuadro, aunque también me desenvuelvo en otras posiciones y estoy trabajando en hacer ajustes en los jardines«.
Desde que firmó con los Cubs de Chicago, Morel ha disputado 888 turnos, ha conectado 212 hits, 14 jonrones y ha anotado 151 carreras. Ha impulsado 100 carreras y ha robado 49 bases, manteniendo un promedio de bateo de .262, porcentaje de embasado de .358 y un OPS de .738. Su futuro brilla con un potencial asombroso en las Grandes Ligas, pero su corazón siempre latirá al ritmo de las Águilas Cibaeñas.