KIEV.- Esta madrugada, Rusia ha lanzado un ataque a gran escala contra Ucrania. En el plazo aproximado de una hora, distintas fuentes, confirmadas después por el Gobierno ucraniano, han informado de bombardeos en las ciudades de Kyiv, Járkiv, Mariúpol, Kramatorsk y Odesa.
Un asesor del Ministerio del Interior ucraniano ha informado que tropas rusas habían desembarcado por el sur, en Odesa, y cruzado la frontera del noreste, en dirección Járkiv, en cuya provincia ya habrían entrado.
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— El Mundo Está En Peligro 🌎☢️ (@Roxero_Chile) February 24, 2022
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció la «operación militar especial» a las seis de la mañana, hora de Moscú. Dijo que su objetivo era “desmilitarizar” Ucrania, que se ceñiría al Donbás, la región donde se encuentran los enclaves separatistas títere que reconoció el pasado lunes, y que no tenía intención de ocupar el país.
La declaración de guerra de Putin vino acompañada de múltiples falsedades. Se refirió varias veces al Gobierno de Ucrania con el epíteto de “nazi” y alegó que violaba los derechos de los rusohablantes. Un país, Ucrania, presidido por un judío rusohablante originario de las provincias del este.
Así Se Ve En Rusia En Plena Güera Con Ucrania En Estos Momentos pic.twitter.com/cDM8dNTcpy
— Lenin Vargas (@Va19360824Lenin) February 24, 2022
Pero las palabras de Putin, a diferencia del discurso revanchista que dio el lunes, en el que lamentaba la independencia de las repúblicas soviéticas y negaba el derecho a existir de Ucrania como país soberano, ya no requiere ser interpretado. Los hechos son más elocuentes: esas entre 150.000 y 190.000 tropas en posiciones ofensivas, apoyadas por la aviación y por misiles de largo alcance, que abrieron fuego contra los centros de mando militar de Ucrania.
“El ejército funciona. Estaré con vosotros todo el tiempo. Sed fuertes”, declaró el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, en un vídeo con plano contrapicado que parecía grabado desde un ordenador o con un teléfono móvil. “Ganaremos porque somos Ucrania. Gloria a Ucrania”. A lo largo de la mañana, el presidente ucraniano ha llamado a las armas a voluntarios y ha pedido ayuda a los líderes mundiales para «detener a Putin».
Video de un misil golpeando un aeropuerto en Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania. pic.twitter.com/6UkNjQst4g
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Pocas horas antes, Zelensky había pronunciado en ruso un discurso en el que conminaba a los ciudadanos de Rusia. “Muchos tenéis parientes en Ucrania, estudiasteis en universidades ucranianas, tenéis amigos ucranianos. Conocéis nuestro carácter, nuestros principios, lo que nos importa. Escuchaos a vosotros mismos, a la voz de la razón. El pueblo ucraniano quiere paz”, declaró, poco antes de que las tropas rusas iniciasen un movimiento de pinza sobre la mitad oriental de Ucrania, con la cobertura de bombardeos en los puntos estratégicos.
Mientras tanto, al mismo tiempo que Putin anunciaba y lanzaba su guerra, Rusia presidía, a petición de Ucrania, otra reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Los representantes diplomáticos imploraron a Putin que no diese el paso. “Desde lo más profundo de mi corazón: presidente Putin, no permita que sus tropas ataquen Ucrania”, declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “Dele una oportunidad a la paz”.
Ucrania invadió Rusia.
Vladimir Putin anunció a las 5.00 hora de Kiev, la operación militar en Ucrania.
Putin justificó la invasión como una «defensa» sobre las diferencias ucranianas que solicitaron su intervención.
Oremos por Ucrania. pic.twitter.com/pLggolp1tP— Carolina Cortez López (@CarolinaCtLopez) February 24, 2022
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que se trataba de un ataque “injustificado” y “no provocado”, e hizo a Rusia responsable de “la muerte y la destrucción que traerá”. Biden anunció que hoy daría un nuevo discurso en el que, previsiblemente, confirmará una segunda y más severa ronda de sanciones contra Rusia.
El ataque del Kremlin, en conjunción con las tropas bielorrusas, que cruzaron a Ucrania desde el norte, confirma los peores augurios: muchos de ellos detalladamente adelantados por la Casa Blanca en las últimas semanas, en una poco habitual política de filtrar al público muchas de sus informaciones de inteligencia.
El mensaje de Vladímir Putin, que presentó el ataque como una defensa del pueblo ruso y de sus intereses, encontró eco en la propaganda rusa. Según Anton Troianovski, corresponsal del ‘New York Times’ en Moscú, “los medios estatales rusos están retratando esto como un momento de liberación”, escribió. “En la ciudad de Luhánsk, ocupada por los separatistas, una corresponsal dijo que ahora se sentía ‘segura por primera vez’ en la ciudad”.