Redacción Internacional.- Rusia ha augurado “una catástrofe humanitaria inminente” en varias de las principales ciudades de Ucrania como Kiev, Járkov, Jersón y Mariupol, luego de ocho días de ofensiva del Kremlin.
El jefe del Centro de Dirección Nacional del Ministerio de Defensa ruso, Mijaíl Mizhíntsev, ha lanzado una advertencia y ha responsabilizado al Gobierno del presidente de Ucrania Volodímir Zelenski de las consecuencias de los bombardeos.
En las últimas horas, las tropas rusas han penetrado en la estratégica ciudad de Jersón. Según Rusia, la localidad ha sido tomada, pero diversas fuentes de la presidencia de Ucrania han desmentido esa información. Las fuerzas de ocupación buscan allanar el camino hacia Mikoláiv, una gran ciudad de medio millón de habitantes que ya está bajo ataque, y hacia Odesa, el principal puerto ucranio en el mar Negro. En Kiev, varias explosiones han sacudido la capital en las últimas horas. Naciones Unidas ha elevado en las últimas horas a un millón la cifra de refugiados.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de visita en Rumania, defendió la acogida de miles de personas en la UE.