Taylor Swift y sus fanáticas revolucionan Argentina
Buenos Aires.- A un día de que comience el primero de los tres conciertos que dará la artista estadounidense Taylor Swift en Buenos Aires, los alrededores del Estadio Más Monumental donde tendrán lugar los recitales que congregarán a unas 50.000 personas por show, se empezaron a cubrir este miércoles de un fenómeno que ha revolucionado Argentina y otros países de Suramérica.
La gira ‘The Eras Tour’, cuyo nombre hace referencia a la presencia en el concierto de canciones de los distintos álbumes de la artista, llega a Buenos Aires, una de las pocas ciudades de Suramérica que acogen los espectaculares recitales de la cantante junto a Sao Paulo y Río de Janeiro, en Brasil.
Con una moneda argentina muy devaluada, las entradas para ver a la artista en Argentina están siendo de las más baratas, incluyendo el precio del billete de avión, para la comunidad ‘swiftie‘ internacional, y está atrayendo a mucho público de otros países que quieren vivir la experiencia.
«Vengo desde Perú y lo financié con todos mis ahorros», cuenta a EFE Ana, una joven de 26 años.
La seguidora quiso viajar sin conocer nada de Argentina y guiada solo por su amor hacia Taylor Swift.
Y es que este acontecimiento musical provocó que miles de sus fans ahorrasen dinero durante meses para este momento.
Tal como lo cuenta Andrea, de 21 años, que cuando se enteró de que iba a venir fue ahorrando y, junto a la ayuda de sus padres, ha podido comprar la entrada.
Pero la llegada de la artista a Buenos Aires no solo generó un impacto económico. También provocó que muchas seguidoras se congregaran durante meses en carpas delante de la cancha de River Plate para tener los mejores sitios.
«Somos una carpa de más o menos 35 personas y llevamos esperando desde finales de mayo. Nos organizamos a través de un Excel para que no se quede nunca sola», comenta Andrea.
Su amiga Yanina explica que para formar parte de esas acampadas hay que acumular unas 144 horas cada una.
Andrea comenta que en las carpas pasan el tiempo de diferentes formas. Algunas como ella, estudiando. Otras, preparando los «outfits» para el concierto. Y algunas van allí a descansar después de trabajar.
Y es que la vestimenta que las ‘swifties‘ lucirán en los conciertos es de suma importancia para las seguidoras.
Cada una quiere que su indumentaria se relacione con un álbum de la artista.
«Yo voy de Reputation porque es mi álbum favorito, y lo compré hace un mes», dice Ana.
Un fenómeno musical
La cantante estadounidense lleva años convertida en un fenómeno de masas que conquista diversos aspectos del mundo artístico.
Uno de los más recientes es el estreno de su documental musical ‘Taylor Swift: The Eras Tour’, que tardó pocos días en superar los registros de otros proyectos parecidos de artistas como Justin Bieber o Michael Jackson.
«Fui a ver la película con mi prima con nuestros outfits para el momento y fue una experiencia muy bonita y estuvimos reemocionadas», dice Andrea.
Es vidente que la fuerza de esta comunidad mueve montañas por todos los frentes. Por ejemplo, la actual pareja de la intérprete, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, se ha convertido en alguien querido para fans que no saben nada del deporte, pero tampoco les importa.
«Todas las personas que sean importantes para ella, automáticamente para nosotras también lo son», afirma Andrea.
A través de redes sociales la movilización también es impresionante, llegando incluso a la política: desde varias cuentas «swifties» se oponen a Javier Milei, el candidato libertario que competirá en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina.
Lo que es evidente es que este evento no supone un simple concierto para los seguidores de Taylor Swift, que afrontan la experiencia en Buenos Aires como algo que llevan esperando durante años.
«Significa un montón para mí. Es como una mamá porque, cuando la necesito, ahí están sus canciones», declara Ana.
Pide que ojalá haga más música y conciertos para poder disfrutar más de ella y que las siga acompañando, porque siente que crecen junto a ella.