Londres.- Una candidata a vacuna contra el chikunguña desarrollada por la compañía Valneva ha demostrado ser segura y bien tolerada, además de provocar una respuesta inmune, en un ensayo de fase 3, según un trabajo publicado hoy en la revista The Lancet.
Los resultados del estudio indican que la vacuna VLA1553 desencadenó una respuesta inmune en el 99 % de los participantes (263 de 266 personas) y fue «en general bien tolerada».
El ensayo no se llevó a cabo en regiones donde el chikunguña es endémico -principalmente en zonas de África, Asia y América-, por lo que su objetivo no era analizar de forma directa si el preparado es capaz de proteger contra infecciones del virus.
La enfermedad provocada por el chikunguña es transmitida por mosquitos y provoca fiebres y dolores severos en las articulaciones que pueden persistir semanas, meses e incluso años.
Aunque es letal en pocos casos, los recién nacidos y las personas de avanzada edad resultan especialmente vulnerables.
«Esta puede ser la primera vacuna disponible contra el chikunguña tanto para la gente que vive en regiones endémicas como para viajeros», apuntó Martina Scheneider, directora de estrategia clínica de Valneva, en un comunicado de The Lancet.
Schneider, autora principal del estudio, calificó de «prometedores» los resultados y subrayó la «sólida respuesta inmune observada en los participantes de mayor edad».
En el ensayo sobre la seguridad del preparado participaron 4.115 adultos, de los cuales 3.082 recibieron una dosis de la vacuna y 1.033 placebo, mientras que la inmunidad inducida se analizó en 362 participantes, de los cuales 266 recibieron la vacuna y 96 placebo.
Entre las personas a las que se inoculó una dosis de VLA1553, los efectos adversos más comunes fueron dolor de cabeza (en el 32 % de los casos), fatiga (29 %), dolor muscular (24 %), dolor articular (18 %) y dolor en el lugar del pinchazo (13 %).
En el 2 % de los participantes que recibieron la vacuna (46 de 3.082) se registraron «efectos adversos graves», si bien ningún caso de muerte.
La proporción de abortos espontáneos observados entre la población que recibió la vacuna fue «ligeramente superior» a la esperada en la población general (23 %, frente a un tasa de entre el 11 % y el 16 %), si bien ese efecto «se podría deber a la variación natural en una muestra pequeña», resalta el estudio.