SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader sostuvo que el Gobierno continuará cumpliendo con la ley de migración que permite la deportación de ciudadanos extranjeros indocumentados, con el debido respeto a los derechos humanos.
“En caso de algún exceso lo corregimos, pero el sistema de salud no puede atender a dos países», afirmó el gobernante al responder a periodistas sobre el proceso de deportación de haitianas embarazadas.
El mandatario afirmó que el país «no puede» atender los servicios de salud de «dos países».
Abinader aseguró que se están dando atenciones de urgencia en los hospitales a ciudadanos indocumentados, pero que el sistema de salud del país solo puede garantizar los servicios a quienes «pagan impuestos, a los dominicanos y a las dominicanas».
Las declaraciones del presidente dominicano indican, al parecer, que las deportaciones de haitianas embarazadas continuarán.
La semana pasada, el ministro de Salud, Daniel Rivera, afirmó que las deportaciones de mujeres embarazadas y de parturientas haitianas han provocado una reducción de la afluencia de estas en los hospitales dominicanos.
Esta situación «ha permitido que las dominicanas estén más cómodas» en los hospitales, celebró el ministro, quien recalcó que lo que se busca es «brindar un mejor servicio a las dominicanas».
La afluencia de haitianas ha bajado hasta un 20 % en centros médicos de la capital y un 10 % en hospitales de la frontera, desde que hace dos semanas comenzaron las deportaciones de embarazadas, que están prohibidas por la legislación migratoria dominicana.
El martes último, la ONU manifestó su «preocupación» por la detención y deportación de embarazadas que buscaban o incluso ya recibían atención en centros de salud y hospitales en varias regiones del país, y pidió al país suspender estas acciones.